La polémica que se desencadenó en el mes de septiembre en la compañía aérea de bajo coste, Ryanair, sigue vigente tras anunciar el miércoles que a los vuelos anulados en los meses de septiembre y octubre, que han afectado a 420,000 clientes, se le suman nuevas cancelaciones hasta marzo de 2018.
Tras recibir abundantes quejas de los pasajeros, esta vez el número de afectados se incrementa a aproximadamente 400.000 personas, se trata de reservas de 18.000 vuelos.
Habrá vuelos restringidos desde noviembre hasta marzo. La compañía ha explicado los motivos, justificando que su objetivo es frenar su crecimiento con el objetivo de “eliminar todo riesgo de futuras cancelaciones añadidas”
Treinta y cuatro rutas serán las que se verán afectadas, entre ellas estarían los aeropuertos españoles de Las Palmas y Castellón. Por tanto, la situación provocará elevadas pérdidas económicas así como de pasajeros, que optarán por volar con otras compañías.
Los meses anteriores, el problema estaba en el número de pilotos disponibles en los vuelos, esta vez, la limitación estará en los aviones, eliminando así 25 aviones de una flota de 400. Como ya dijo el presidente de la aerolínea Michael O´ Leary “No habrá más cancelaciones por el “lío de los pilotos”. A esto se le añade la eliminación de 10 aeronaves de las 445 que vuelan a partir del mes de abril.
Este problema ha sido comunicado a los pasajeros, quienes tendrán que sobrellevar el cambio de horarios y de vuelos. La aerolínea ha afirmado que “ha ofrecido vuelos alternativos y reembolsos completos”. Los afectados, según Ryanair han sido compensados con bonos de 40 euros.
Según FACUA -consumidores en acción-, “la sacción a Ryanair no puede ser la misma, con independencia de si cancela 50 vuelos o 500” Por ello, FACUA, “ ha reclamado a la AESA que multe a Ryanair no sólo por la cancelación masiva de vuelos, sino tambíén por el incumplimiento de su obligación de informar a los pasajeros de sus derechos, tal y como le impone el reglamento comunitario del sector aéreo”
Ana Paredes