En medio de los temores sobre la contaminación, las sanciones y las prohibiciones presentes y futuras, los compradores están abandonando los autos diésel en masa.
Las emisiones de dióxido de carbono ahora hacen que el mundo aborde con más urgencia su corolario: las emisiones contaminantes que se concentran en las áreas urbanas y contribuyen a miles de muertes en Europa solo de la contaminación del aire.
El último toque de alarma contra el diesel fue en Alemania cuando los jueces decidieron que las ciudades alemanas, en el corazón del mercado de automóviles más grande de Europa, tienen el derecho de prohibir los motores diesel en sus calles. La alcaldía de Roma propuso una prohibición total de 2024, un año antes París hará lo mismo. En Londres, en abril de 2019 se duplicará el área de bajas emisiones.
Fiat Chrysler ha anunciado planes para terminar la producción de autos diésel para el 2022; Porsche ha descartado dos modelos y Toyota ha indicado que nunca lanzará un nuevo diésel.
Pero hay fabricantes que están dispuestos a resistir: Jaguar Land Rover, británica, debe hacerlo en la medida que el diesel representa alrededor del 90% de sus coches vendidos en 2017.
Las ventas y limitaciones en España
Las cifras de ventas de coches durante el último mes de febrero en nuestro país confirman esta tendencia contra el diesel. En el segundo mes del año, la cuota de automóviles de gasolina ha alcanzado el 56,4 por ciento por solo el 38,2 por ciento del Diesel. La parte del pastel de los vehículos híbridos y eléctricos de momento se queda en el 6 por ciento, pero también aquí se aprecia una mejoría en detrimento de los automóviles Diesel.
El anuncio de nuevas medidas para limitar la circulación de los coches Diesel en ciudades como Barcelona o Madrid han cambiado la orientación definitiva de los consumidores, ante el temor de no poder circular con sus vehículos durante los episodios de alta contaminación.
Si observamos la evolución del mercado durante todo el año pasado, vemos que en enero de 2017 los vehículos Diesel todavía ganaban la partida a los de gasolina, un 52,7 por ciento de los primeros frente al 42 por ciento de los segundos. El primer atisbo del cambio llegó durante el mes de junio cuando, por primera vez, y rompiendo una tendencia de muchos años, se vendieron más coches de gasolina. A pesar de todo, en el acumulado del pasado año, todavía se vendieron más vehículos Diesel (48,3 por ciento) que gasolina (46,6 por ciento).
Cuando llevamos solo dos meses de 2018, los datos de matriculaciones de coches de gasolina superan ya en 14 puntos a los de vehículos movidos por gasóleo. Estos primeros dos meses del año se han matriculado un 54,1 por ciento de vehículos gasolina frente al 39,9 por ciento de los Diesel.
¿El final del vehículo?
El gobierno conservador del Reino Unido anunció el año pasado la prohibición de todos los vehículos de combustión, a partir del año 2040. Francia debate hacerlo a partir del 2025. Holanda y Noruega fijan el final de la combustión y de la venta de combustibles fósiles en 2025.
No es solo el diesel, es también la gasolina. Cada vez más países, tanto a nivel de gobiernos como de ayuntamientos, se planteen planificar el fin de los motores diesel y de gasolina. En última instancia estamos va a cambiar, a plazo más corto de lo que se cree, un cambio radical en el paradigma del automóvil y, por lo tanto, de la fabricación..
Domingo Labrador