“Hay 13 mil escuelas de negocios en el mundo; sobran 13 mil”. No es un estudiante radical de primer curso de economía ni un portavoz de un departamento de economía crítica. Lo ha escrito Martin Parker, un profesor que durante veinte años ha enseñado en escuelas de negocios y que ha abierto un debate mundial con la publicación en el The Guardian de un artículo con sugestivo título: ¿Por qué deberíamos demoler las escuelas de negocios”.
La crisis trajo una profunda revisión autocrítica por parte de los economistas. EL tipo de programas, el sesgo cuantitativo y financiero, las lagunas en materias próximas al conocimiento social – como la historia o las políticas de igualdad- han sido reclamadas en numerosos ámbitos universitarios y han abierto numerosos proyectos de investigación formativa. Por ejemplo el CORE economics, financiado financiado por el Instituto New Economic Thinking, para rediseñar el currículo básico de economía.
Ninguna rama de la formación económica tan afectada por la necesidad de revisión como las escuelas de negocios, ancladas en una atmósfera ajena a las realidades sociales. Esa es la idea que comparte con sus lectores el profesor Parker que acusa a las escuelas de fomentar una cultura de corto plazo y avaricia. “MBA – Master en Administración de Empresas – realmente significa: «Mediocre pero Arrogante»
Las críticas a estas escuelas proceden de diversos ámbitos, tanto territoriales como ideológicos. Los empleadores se quejan de que los graduados carecen de habilidades prácticas, las voces conservadoras desprecian a los arribistas del MBA, los europeos se quejan de americanización, y las escuelas de pensamiento crítico les acusan de alentar la concentración de poder. Desde 2008, muchos analistas, también han sugerido que las escuelas de negocios fueron cómplices en la producción del pensamiento que dio lugar a la crisis financiera.
Pero las quejas no son de profesores de sociología, siempre sospechosos, de políticos, o de activistas anticapitalistas, Son los propios alumnos y profesores los que señalan la necesidad de un rearme moral, de «responsabilidad» y «ética». Pero lo que Parker denuncia es su déficit formativo: el problema básico, dice es “que la escuela de negocios solo enseña una forma de organización: el gerencialismo de mercado».
«Es por eso que creo que deberíamos llamar a los bulldozers y exigir una forma completamente nueva de pensar sobre la administración, los negocios y los mercados”, remata su pensamiento el profesor británico.
En 2011, la Asociación para el Avance de Escuelas Universitarias de Negocios estimó que había casi 13,000 escuelas de negocios en el mundo. ¿Qué enseñan realmente las escuelas de negocios? Uno de los reproches a las escuelas de negocios siempre ha sido el elitista «currículum oculto» que se proporciona a los futuros graduados.
Desde la década de 1970 en adelante, los investigadores en pedagogía exploraron cómo la clase social, el género, la etnia, la sexualidad, etc., se enseñaban implícitamente en el aula, esto es el currículum oculto.
En las escuelas de negocios, dice Parker, tanto el currículum explícito como el oculto cantan la misma canción. “Si nos educamos en la inevitabilidad de lo que el sistema hace, las ideas sobre sostenibilidad, diversidad, responsabilidad, etc. se convierten en simple decoración”
La ética empresarial y la responsabilidad social corporativa se están utilizando como escaparate en la comercialización de la escuela de negocios, y como una hoja de parra para cubrir la conciencia de las escuelas de negocios.
La mayoría de las escuelas de negocios existen como parte de las universidades, y las universidades generalmente se entienden como instituciones con responsabilidad por las sociedades a las que sirven. ¿Por qué entonces suponemos que el grado en negocios solo debe enseñarse una única forma de organización de la vida humana?
Si se extiende la idea de que debemos alejar la forma de hacer negocios del camino especulativo acostumbrado, deberíamos considerar también una nueva forma de organizar las escuelas de negocios.
Parker afirma, revelando cierta decepción persona: “Tenemos que dejar de enseñar que los líderes heroicos transformadores son la respuesta a cada problema,o que el enfoque de los cursos de derecho fiscal es escapar a los impuestos, o que la creación de nuevos deseos es el objetivo del marketign”. En suma, las escuelas de negocio necesitan un reinicio.
Miguel de la Balsa