«Si los conocimientos de economía de estos partidos fuera una pequeña fracción de sus ansias independentistas aprobarían estos Presupuestos porque deprimen la economía y (…) en ese ambiente es donde las supersticiones, fantasías y engaños independentistas medran mucho mejor. No tendrían que pedir nada a cambio», ha dicho este lunes el presidente del IEE, José Luis Feito.
En su opinión, la «maravillosa literatura fantástica del independentismo se ha hecho al abrigo de las altas temperaturas sociales provocadas por la gran recesión de 2008», por lo que si ahora se cayera en una nueva crisis el independentismo podría duplicar su apoyo popular.
Al valorar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) presentados para 2019, considera que se ha pasado por alto el «sello» de Podemos y ha advertido de que permitirle intervenir en el diseño de la política económica como se está haciendo «es como nombrar a Drácula ministro de Sanidad».
A grandes rasgos, el IEE considera que los PGE, que esta semana se enfrentan en el Congreso a seis enmiendas a la totalidad con muchos visos de prosperar, son «electoralistas» y «dañinos» para la economía, pecan de un exceso de optimismo en cuanto a previsión de crecimiento, empleo e ingresos, e incluyen un aumento significativo de casi todas las partidas de gastos, así como de incrementos de impuestos que en realidad deberían bajarse.
Feito ha calificado las cuentas de «incumplibles» y «perjudiciales» por tres motivos: el objetivo de déficit del 1,3 % quedaría casi un punto por debajo del real (en torno al 2,2 %) y por tanto es «un trampantojo, un adorno, una simulación de la realidad»; ralentizarían el crecimiento económico y del empleo, y restarían margen de maniobra fiscal de cara a futuras crisis.
Por ello, cree que sería «más beneficioso» seguir funcionando con los Presupuestos del PP, que «tampoco son para echar cohetes» porque «ya eran electoralistas y expansivos».
Para Feito, los PGE tendrían que afianzar la confianza, estimular la inversión privada, impulsar la productividad, prolongar la fase expansiva del ciclo e intensificar la creación de empleo, pero «con la fuerte subida de cotizaciones, el aumento de la tributación de la inversión y el ahorro, y el notable incremento del gasto público, van justo en sentido contrario».
En su opinión, se trata de unas cuentas «electoralistas» porque destinan más recursos a políticas que benefician a colectivos con importante peso electoral, sin plantearse si son sostenibles y si se tendrán que revertir en el futuro o financiarse con nuevas subidas impositivas.
Otras críticas del IEE giran en torno a que el impuesto sobre transacciones y la tasa Google no se deberían de instrumentar al margen de la UE, que las pensiones contributivas y el salario de los funcionarios no deberían crecer el doble que el IPC, y que «no es momento» para elevar el empleo público.
A su juicio no se puede argumentar que hay que revertir los efectos de las correcciones aplicadas durante la crisis, porque los pensionistas y los funcionarios no son los que más han sufrido y tampoco es cierto que se haya recortado tanto el gasto público.
Respecto a las posibilidades de que estas cuentas salgan adelante o no, el empresario ha advertido de que algunas de las «desequilibradas y desequilibrantes» medidas incluidas en los PGE podrían aprobarse aún por vía parlamentaria, aunque no ha querido concretar cuáles para «no dar ideas».
Pese a que considera que estas cuentas puedan ser beneficiosas para el regionalismo catalán, ve complicado que «se pongan de acuerdo» en el Parlamento y plantea que si finalmente los PGE de 2019 no salen adelante «sería difícil que no hubiera elecciones antes de final de año, con independencia de lo que haga Podemos».