Según ha informado este miércoles la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el beneficio neto ajustado, el que mide específicamente el comportamiento de los negocios, se situó en 1.115 millones de euros, un 1,5 % menos, en un contexto de precios del crudo más bajos que el año anterior y márgenes deprimidos en el refino.
El consejo de administración de Repsol ha decidido, a la vista de la «firmeza de los resultados» y la capacidad de generación de caja proponer a la próxima junta general de accionistas la amortización de un 5 % del capital social, lo que mejorará la rentabilidad para el inversor y que, a tenor de los datos de la cotización de la acción al cierre de ayer, supondrá en conjunto algo más de 1.000 millones de euros.
El resultado bruto de explotación (ebitda) fue de 3.712 millones de euros en el semestre, un 2,6 % menos, mientras que el ebitda ajustado ascendió a 3.622 millones, un 2,6 % más.
Repsol ha señalado que estos sólidos resultados se consiguieron en un contexto de precios más bajos del crudo, caída de los márgenes internacionales de refino y con la suspensión de la producción en Libia durante, prácticamente, la mitad del semestre.
La producción de hidrocarburos descendió un 3,7 % en la primera mitad del año, hasta los 697.200 barriles equivalentes de petróleo al día, por el mencionado cese temporal de la actividad en Libia hasta el 4 de marzo, a las actividades de mantenimiento en Trinidad y Tobago, la desinversión en Midcontinent, en Estados Unidos, y la finalización de la licencia de Jambi Merang, en Indonesia.
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