En declaraciones en RNE, Garzón ha defendido que el Gobierno está actuando con determinación, con un paquete de medidas económicas y sociales «que han sido consensuadas y que se sitúan en un abanico muy amplio sobre el que se está discutiendo y se seguirá haciendo en los próximos meses» para proteger a la ciudadanía y para no cometer los errores de la anterior crisis, con recortes en lugar de estímulos para los que han perdido su trabajo.
«Lo que debemos es ver cómo financiamos esa protección y esos ingresos que necesitan un complemento de ayudas del Estado», ha explicado, y para ello se está pidiendo a Europa una «salida compartida» con fondos adecuados que no sean préstamos.
Sobre la gestión sanitaria, Garzón ha asegurado que ya hay una propuesta encima de la mesa sobre el control de precios de mascarillas, guantes y geles desinfectantes que están estudiando los técnicos de Sanidad y esperemos que cuanto antes mejor.
Ha dicho que en esta crisis se ha comprobado que no solo hay un comportamiento «absolutamente generoso» por parte de la población española que es «absolutamente abrumador y responsable», sino también excepciones por parte de algunas empresas y actores dentro de la cadena de valor que han aprovechado la pandemia para especular y subir los precios de productos de alta demanda.
Así, ha recordado algunos casos «dramáticos» como empresas funerarias que han incrementado hasta 2.000 euros el precio de algunos servicios y «fenómenos similares» en productos sanitarios o semisanitarios como pueden ser guantes, geles y mascarillas.
Garzón ha lamentado que haya partidos en la oposición que intenten «rentabilizar esto políticamente» y ha confesado sentirse desconcertado por la falta de lealtad ante un ofrecimiento de colaboración y por «generaciones de políticos» que niegan la realidad e insultan la historia cuando se habla de Pactos de la Moncloa.
«Deberíamos estar cohesionados», ha dicho Garzón, quien ha lamentado la «estrategia de la extrema derecha de ataque al Gobierno».
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