La planta de Nissan en Barcelona da empleo directo a unas 3.000 personas, aunque se elevan a entre 25.000 y 30.000 los puestos de trabajo que dependen de ella.
Es el caso de Acciona Facility Services, la principal empresa subcontratada de Nissan en la Zona Franca, ya que sus 500 empleados trabajan en esta factoría de la multinacional automovilística japonesa encargándose de tareas de logística y de una parte del montaje.
Cristian Cordero, miembro del comité de empresa de Acciona en Nissan por parte de CCOO, ha dicho que la noticia del cierre de Nissan es «un palo importante».
Ha asegurado que «se trata de la historia de una muerte anunciada» y se ha mostrado «muy preocupado» porque el cierre sea efectivo ya el próximo mes de diciembre, tal y como se ha anunciado.
«Esto nos limita mucho la negociación con la empresa», ha señalado Cordero, ya que, en breve, se tienen que poner a trabajar para recolocar al máximo de la plantilla afectada por el cierre del fabricante nipón.
En este sentido, ha pedido a Acciona una mesa de diálogo para abordar este asunto cuanto antes.
Cordero ha calificado de «dejadez» el papel de las Administraciones en esta crisis, y ha denunciado que han seguido inyectando dinero público a la empresa cuando no había inversiones ni se veía un futuro para la planta.
Además, ha criticado que las Administraciones tampoco les han presentado ningún plan industrial de la planta de Barcelona, y ha lamentado que «todo ha quedado en palabras que no han tenido reflejo en la realidad».
La presidenta del comité de empresa de la planta de Abrera de Faurecia, Verónica Amaya (CCOO), también ha calificado de «fatal» el trabajo que han hecho las Administraciones en esta crisis, ya que cree que «nadie se ha mojado», todo el mundo ha hecho el «paripé» cuando hace tiempo que «se veía venir» el cierre y «no han puesto un plan industrial sobre la mesa».
Amaya ha explicado que el desmantelamiento de Nissan en Barcelona va a afectar a entre un 16 y 18 % de la facturación de la empresa que depende de la multinacional nipona.
Además, un 10 % de la plantilla de una de las dos fábricas que Faurecia tiene en Abrera (Barcelona) trabaja directamente para Nissan fabricando los paneles interiores para varios modelos de la japonesa.
«Esta situación, lógicamente, nos va a afectar», ha señalado, aunque de momento no cree que haya despidos en la empresa porque los trabajadores se recolocarán en los puestos que ahora ocupan contratados de Empresas de Trabajo Temporal (ETT).
Sin embargo, ha asegurado que la «situación no pinta muy bien» y hay mucha «incertidumbre» para la empresa, que trabaja básicamente para Seat, ya que, en verano, dejan de fabricar los salpicaderos que hacen para el Seat León y ahora se enfrentan al cierre de Nissan, sin olvidar el importante incendio que sufrió la fábrica el año pasado.
Otra de la fábricas que trabaja casi en exclusiva para Nissan es la que Gestamp tiene en la Zona Franca, que fabrica componentes de carrocería y cuenta con 118 empleados.
Un portavoz de Gestamp ha explicado que esta fábrica tiene un «futuro muy complicado» aunque todavía es «pronto» para saber lo que va a pasar.
La empresa tiene un total de 112 fábricas en todo el mundo, de las que 22 están en España y 5 en Cataluña, con lo que considera que la afectación del cierre de Nissan para Gestamp es «limitada».
El coordinador estatal de UGT en Gestamp, Rafael Rosas, reconoce que la situación es «muy complicada» para esta fábrica y «con un futuro muy negro».
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