El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, ha presentado este lunes una actualización de las proyecciones macroeconómicas de la institución hasta 2022, que vaticinan una crisis en forma de «uve muy asimétrica», con tasas de paro por encima del 17 % hasta 2022 y elevados niveles de déficit y deuda durante «algún tiempo».
Ante el elevado nivel de incertidumbre actual, el Banco ha diseñado tres escenarios en función del posible impacto de la crisis en términos tanto sanitarios como económicos.
El escenario más benigno, la economía cedería un 9 % este año para después remontar un 7,7 % en 2021 y un 2,4 % en 2022, lo que dejaría el PIB al cierre de ese año un 0,5 % por encima del de 2019.
En un escenario intermedio, la economía se hundiría un 11,6 % este año y crecería un 9,1 % y un 2,1 % en 2021 y 2022, respectivamente, de manera que el PIB terminaría ese año 1,6 puntos por debajo de antes de la crisis.
El Banco no descarta un escenario de riesgo, en el que la economía se desplomaría un 15,1 % este año y avanzaría de forma más moderada en 2021 (6,9 %) y 2022 (4 %).
La evolución de la economía se configura así como una «uve muy asimétrica» con una caída del PIB en el segundo trimestre de entre el 16 % y el 21,8 % que conduciría a una recuperación progresiva a partir del tercero.
Esta grave crisis económica conlleva un notable aumento de la tasa de paro este año, hasta una horquilla de entre el 18,1 % y el 23,6 % según los diferentes escenarios, que podría incluso incrementarse en 2021 una vez que dejen de funcionar las medidas mitigadoras de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE).
De esta manera, la tasa de paro llegaría a 2022 en el 17,1 %, el 17,4 % o el 22,2 % en función del escenario, aunque Arce subraya que el estudio no recoge posibles modificaciones en la legislación laboral en materia de ERTE.
El impacto de la situación macroeconómica sobre la recaudación y el coste de las medidas para afrontar la epidemia -que cuantifica en el 2,5 % del PIB- llevarán el déficit público este año a entre el 9,5 % y el 11,2 % del PIB, un desfase que continuará por encima del 4 % en 2022 en todos los escenarios.
A su vez, este desequilibrio repercutirá en la deuda pública, que se disparará este año al 114,5 % del PIB este año en el mejor escenario y el 119,3 % en el intermedio, lo que constituye un impacto «cuantioso y persistente» sobre las cuentas públicas.
Las proyecciones del Banco incluyen un cierto nivel de morosidad de los créditos avalados por el ICO -de unos 4.000 millones de euros, pero que no constituye una «estimación fina»- pero no el coste del ingreso mínimo vital, que no se había aprobado cuando cerraron el estudio y que previsiblemente tendrá un impacto positivo sobre la capacidad de gasto de las familias vulnerables.
Este ingreso se sitúa así entre las medidas que podrían desviar a mejor las previsiones del Banco, que a pesar de ello ve más probable un desvío a la baja.
Estrella Digital