Los inversores se han movido durante estos meses al compás que marcaban la evolución de la pandemia, los procesos de confinamiento y desescalada, los indicadores macroeconómicos y las medidas de estímulo de Gobiernos y bancos centrales.
El IBEX superó los 10.000 puntos (10.022 puntos) el 17 de febrero, el nivel más alto desde 2018, a pesar de que los primeros contagios de coronavirus habían aparecido en Europa. En España, se había suspendido el Congreso Mundial de Móviles.
El selectivo llegó a 10.083 puntos dos días después, pero recibió el primer impacto del coronavirus el 24 de febrero, con una caída del 4 %. Ese fin de semana Italia había suspendido el carnaval de Venecia y había aislado once localidades.
Durante esa semana, el IBEX perdió un 11,76 %, el mayor descenso en diez años, desde la crisis financiera.
La semana que desembocó en el estado de alarma se abrió, el lunes, con un desplome del 7,96 %, el más acusado desde el referéndum del Brexit.
Tres días después, el 12 de marzo, el IBEX se hundió un 14 %, la mayor caída de su historia. La epidemia avanza y las medidas iniciales adoptadas por el Banco Central Europeo (BCE) se consideran insuficientes. En menos de un mes, el selectivo ha perdido un 36 % de su valor.
El 13 de marzo, jornada en la que se anuncia el estado de alarma, el IBEX sube un 3,73 % y cierra en 6.629,6 puntos. En la semana, sin embargo, pierde un 20,85 %.
La aprobación del estado de alarma hace que la Bolsa española caiga un 6,41 % el lunes siguiente. El IBEX toca fondo y cierra en 6.107,2 enteros. El índice ha perdido casi el 40 % de su valor desde los 10.000 puntos.
A partir de ese momento, se alternan jornadas positivas y negativas, aunque la Bolsa se va recuperando. El 24 de marzo, el IBEX gana un 7,8 %, la mayor subida en diez años, por las medidas de estímulo de la Reserva Federal de EE.UU. y el anuncio del final de la cuarentena en Wuhan, la ciudad china en la que se inició la pandemia. Aún así, marzo cierra con un descenso del 22,21 %.
Abril se salda con una bajada del 2 % pero en mayo se encadenan las rachas positivas por el inicio de los procesos de desconfinamiento y el anuncio de nuevos paquetes de estímulos fiscales y monetarios. El IBEX llega a 7.896,1 puntos el 8 de junio.
En las últimas semanas, las dudas han vuelto a los mercados por los rebrotes de la epidemia en varios países. El IBEX cerró ayer en 7.414 puntos.
Nicolás López, de MG Valores, recuerda que la declaración del estado de alarma «coincidió casi exactamente con el suelo del mercado». «A partir de ahí se inicia una fase de recuperación que se mantiene hasta hoy», apunta.
«Cuando la enfermedad pasa a Italia es cuando los mercados europeos empiezan a caer muy fuerte», añade Ignacio Cantos, de Atl Capital.
Desde entonces, la recuperación de los mercados ha sido asimétrica. «En EE.UU. prácticamente se ha recuperado todo. En Europa las recuperaciones han sido en torno al 50 %. En España, con un peso importante de la banca, que es uno de los sectores más afectados, las recuperaciones han sido menores», explica.
La expansión del coronavirus también se ha notado en los precios del crudo. El Brent, de referencia en Europa, cotizaba a 53 dólares por barril a principios de marzo, pero en pocos días descendió hasta 33 dólares. El 22 de abril se desplomó a 17 dólares.
Los precios se han recuperado por la vuelta a la actividad y los recortes de producción acordados por los países petroleros. El Brent cotiza ahora en torno a 42 dólares.
El West Texas Intermediate (WTI), referente en EE.UU., que se negociaba a 48 dólares a principios de marzo llegó a precios negativos el 20 de abril, una situación inédita hasta entonces. Ahora ronda los 39 dólares.
La epidemia y el previsible aumento de la deuda pública se ha reflejado también en la prima de riesgo de España (diferencia de rentabilidad entre el bono español a diez años y el alemán del mismo plazo), que se disparó desde 99 puntos básicos el 11 de marzo a 130 puntos básicos un día después.
La intervención del BCE, que aprobó un programa de compra de deuda de 750.000 millones de euros, consiguió reducirla.
Posteriormente, la prima de riesgo repuntó hasta 155 puntos básicos en abril, aunque se relajó tras el acuerdo alcanzado por Francia y Alemania para lanzar un fondo europeo de reconstrucción. El diferencial cayó a 83 puntos básicos el 5 de junio y ahora se sitúa en 91.
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