La investigación, publicada en la revista «Science of the Total Environment», despliega una evaluación global de los efectos de la pandemia en la aplicación de leyes contra la contaminación de plásticos y subraya la necesidad de incrementar el uso de materiales respetuosos con el medio ambiente.
Según el estudio, desarrollado por el Institut Català de Recerca de l’Aigua (ICRA) y las universidades de Aveiro (Portugal) y de Dalhousie (Canadá), los plásticos de un solo uso representaron en 2018 un 46 % del total de residuos plásticos en el mundo, una cifra que los expertos alertan que crecerá por el auge en la producción de mascarillas, equipos de protección individual y guantes de plástico.
Ante esta situación, el equipo de investigadores, entre los que se encuentra el director del ICRA, Damià Barceló, reclaman que se refuerce la regulación en torno al control de residuos sanitarios y que se fabriquen alternativas reutilizables de material de seguridad frente a contagios.
Asimismo, subrayan la necesidad de mejorar los métodos de reciclaje para plásticos de un solo uso, unos sistemas actualmente «amenazados» por el aumento de residuos generados a causa de la COVID-19.
Datos de World Wild Fund for Nature citados por los expertos reflejan que se están desechando 10 millones de mascarillas mensualmente, lo que supone que, en caso de gestionar incorrectamente un 1 % de estos residuos, unos 35.000 kilos de mascarillas contaminarán el medio natural cada mes.
En este sentido, el estudio advierte del grave riesgo para la salud humana que supone este impacto medioambiental, por lo que reclama aumentar el seguimiento de los residuos plásticos tras la crisis del coronavirus y desvincular de combustibles fósiles la producción de plásticos.
Estrella Digital