Unos 1.200 manifestantes, según fuentes policiales, han recorrido el céntrico Paseo del Prado bajo consignas como «Nissan se independiza» o «Madrid, escucha, es Nissan en la lucha» hasta llegar al Congreso, donde ha tenido lugar el encuentro con el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, con el «Bella Ciao», símbolo de la resistencia antifascista, de fondo como declaración de intenciones.
Ataviados con camisetas con el lema «#FuturoParaNissanYa», los trabajadores han trasladado pacíficamente sus protestas a la capital apenas horas después de que la dirección de Nissan Motor Ibérica insistiera en justificar el cierre de las plantas industriales de Cataluña, en el transcurso de la segunda reunión de mediación convocada por la Generalitat.
Sin embargo, los sindicatos insisten en retirar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que supondría 2.525 despidos.
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, que ha encabezado la marcha junto con el líder de CCOO, Unai Sordo, ha pedido al Gobierno y a la Generalitat que exija a Nissan un cambio de planes para poder sentarse a negociar «sin chantaje» e «intentando encontrar soluciones».
«No podemos esperar a ver cómo pasan los días, porque si es así lo que veremos es una solución mucho más dramática que si ahora exigen a la empresa que retire el expediente», ha dicho Álvarez, al tiempo que ha recordado a las autoridades que este es un problema del sector del automóvil que no «viene de ayer».
Junto a trabajadores de las plantas de la Zona Franca, Montcada i Reixac y Sant Andreu de la Barca, llegados en varios autobuses a primera hora de la mañana, han marchado sus familias, e incluso «colegas» de esta industria y de las subcontratas de la compañía.
Tal es el caso de Acciona Faculty Service, proveedora de servicios de logística en Zona Franca, cuyos empleados han portado una gran pancarta con el lema «Acciona en lucha. Futuro para 25.000 familias», en alusión al número total de empleos que la decisión de Nissan deja en el aire.
CRÍTICAS AL GOBIERNO
Entre cohetes y petardos, los participantes en la manifestación, que la organización eleva a 1.500, también han lamentado la falta de respaldo que han recibido por parte de los líderes políticos.
«¿Dónde están Pablo Iglesias, Pablo Casado y Santiago Abascal? ¡Nos hemos comido 600 kilómetros y aquí no sale nadie!», lamentaba a voces un trabajador.
Cuando los gritos de «Pedro Sánchez, mentiroso» comenzaban a resonar en el ambiente, Rufián irrumpía al otro lado del cordón de seguridad, situado a pocos pasos del Congreso, agitando el puño en señal de apoyo a los manifestantes.
El mejor atril está en la calle defendiendo a quienes vinimos a representar.#FuturoParaNissanYA pic.twitter.com/SjfhWWANKn
— Gabriel Rufián (@gabrielrufian) July 15, 2020
Manteniendo siempre la distancia interpersonal, el portavoz de ERC se ha interesado por la situación de Nissan, y ha dialogado con varios integrantes de las protestas, que le han hecho entrega de una de sus camisetas, mientras a lo lejos parecía acercarse su compañero, Joan Capdevila.
También ha hablado con los representantes de los trabajadores en las plantas, que en una pequeña charla ante los medios de comunicación le han trasladado su malestar hacia una reforma laboral «que debería derogarse entera».
Minutos después, una pequeña comitiva, con Rufián a la cabeza, enfilaba hacia el interior de la Cámara Baja, donde estaba previsto que hiciera entrega de un manifiesto a los distintos grupos parlamentarios.
Entre aplausos y gritos de cierto gancho como «bote, bote, bote, japonés el que no bote», los «espartanos» de Nissan han abandonado las inmediaciones, no sin antes encomendarse una vez más a sus representantes para conseguir un apoyo político que contribuya de manera efectiva a la resistencia de sus plantas.
Estrella Digital