Son algunas de las conclusiones de la encuesta «El impacto de la pandemia en los niños y niñas más vulnerables«, elaborada por la consultora GAD3 para Save the Children, que este lunes ha presentado los resultados dentro de su campaña «Familias sin Navidad«, puesta en marcha para visibilizar las dificultades a las que se enfrentan estos hogares en estas fiestas navideñas.
La encuesta revela que la crisis sanitaria está afectando gravemente a las familias más pobres (con ingresos inferiores a 900 euros) con menores a cargo: casi seis de cada diez (57 %) ha perdido su empleo, el 21 % está en ERTE, el 85 % de estos hogares ha visto caer su nivel de ingresos, frente al 35 % de las familias sin hijos, y el 18 % ha sufrido cortes de suministros básicos.
En concreto, el estudio detalla que el 54 % de los hogares con niños y niñas en situación de pobreza severa tiene dificultades para adquirir pescado, carne (53 %) y otros productos de alimentación (49 %), y el 35 % no puede pagar la luz, el teléfono (39 %), el agua (34 %), la calefacción (27 %) e internet (27 %).
Además, la encuesta, elaborada durante la segunda quincena de noviembre a partir de 2.500 entrevistas en toda España, muestra que estas Navidades van a ser muy distintas para muchos niños y niñas: 4 de cada 10 familias con menores a su cargo tendrán problemas para comprar regalos este año y un 35 % para celebrar una comida especial.
También tendrán dificultades para adquirir ropa de abrigo para el invierno en uno de cada tres hogares españoles con niños. En el caso de las familias más pobres, el 64 % no podrá comprar estas prendas, siete de cada diez tendrá difícil organizar una cena especial y casi ocho de cada diez hogares no podrá comprar regalos a sus pequeños.
Según ha advertido el director general de Save the Children, Andrés Conde, el Ingreso Mínimo Vital (IMV) «no está siendo capaz de dar respuesta a las diversas situaciones de emergencia social» que está causando la pandemia.
Dos de cada tres hogares con menores y en situación de pobreza severa han solicitado algún tipo de ayuda, en mayor medida el IMV (50 %), seguida de la prestación por desempleo (27 %), las rentas mínimas (16 %) y ayudas escolares (13 %).
Sólo un hogar de cada tres de los que han solicitado el Ingreso Mínimo Vital (31 %) ha tenido acceso a esa prestación.
En este sentido, la directora de Sensibilización y Políticas de Infancia en Save the Children, Catalina Perazzo, ha reclamado que se acelere el despliegue del IMV, que se iguale su prestación con el umbral de pobreza severa -supondría un coste de 320 millones de euros- y que llegue a colectivos vulnerables como solicitantes de asilo, familias con menores en situación irregular y jóvenes extutelados entre 18 y 23 años.
Asimismo ha pedido que se recupere la prestación por hijo a cargo al ser la única ayuda no contributiva a la crianza que existe, además de exigir que se prohíba el corte de suministros y que se busquen fórmulas «más flexibles» para que las familias vulnerables accedan al bono social y tengan garantizado un acceso digno a esos servicios.
La encuesta también subraya que 3 de cada 4 familias vulnerables ha empeorado su salud emocional desde el inicio de la pandemia y casi el 60 % también ha visto deteriorarse su estado físico. El estrés familiar es superior en aquellos hogares con menor renta y con niños a su cargo: 15 puntos por encima de la media.
C.N.