«Más de un millón de personas trabajadoras durante sus ERTE han accedido a acciones formativas, que son una garantía de empleabilidad y de futuro», ha recordado la ministra durante la defensa de la convalidación del decreto ley que prorroga hasta el 31 de mayo los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE).
Díaz ha asegurado que esta herramienta ha mostrado «que es posible blindarse ante la destrucción de empleo, incluso en las más adversas circunstancias».
Por ello, ha mostrado la intención del Gobierno de incorporar esta «dinámica de flexibilidad interna» al funcionamiento ordinario del mercado laboral como alternativa a los despidos ante las caídas en la actividad, pero también como oportunidad para mejorar la cualificación de los trabajadores.
A su juicio, es necesario «avanzar en la especialización de nuestras empresas, aprovechando el parón productivo impuesto, en algunos sectores, por las circunstancias sanitarias», algo que ya se ha puesto en marcha en esta pandemia de coronavirus mediante formación proporcionada por las propias empresas y con la ofertada en convocatorias estatales.
Díaz ha subrayado que esta ampliación de los ERTE «continúa el camino iniciado para salvar al empleo y a los sectores productivos», manteniendo las tres modalidades de ERTE con exoneraciones para empresas y sectores afectados por la pandemia: fuerza mayor, impedimento y limitación de actividad.
La norma también incluye, ha recordado, otras medidas y prorrogas necesarias para seguir protegiendo a trabajadores y empresas. Entre ellas están las prestaciones por cese de actividad de los autónomos o la prórroga de las prestaciones y subsidios para el sector cultural.
Asimismo recoge la prórroga extraordinaria de los contratos de arrendamiento o la posibilidad de solicitar aplazamiento temporal y extraordinario en el pago de la renta por los arrendatarios en situación de vulnerabilidad económica.
Incluye también la ampliación de los tipos de cotización para autónomos, de la cláusula de salvaguarda de la reforma de las pensiones de 2011, que garantizaba las condiciones de jubilación previas para las personas despedidas antes de la entrada en vigor de esa reforma o las medidas del Plan Me Cuida, con medidas de conciliación.
«Un texto con rumbo firme y presupuestos claros, que va tejiendo la urdimbre para que el nuevo marco de relaciones laborales sea más sano, más eficaz y más humano», ha añadido.
«Tenemos que hacer todo lo posible para que una crisis coyuntural, que hemos afrontado con todos los recursos y herramientas a nuestro alcance, no se convierta en una crisis terminal, estructural», ha defendido la ministra.
N.G.