Según Aelec, también se podrían dedicar parte de los ingresos que se obtienen por las subastas de derechos de CO2 a «mitigar» el encarecimiento de la factura de la luz, y han recordado que la Comisión Europea anima a usar dichos ingresos para combatir la pobreza energética.
La asociación, que agrupa a Endesa, Iberdrola, EDP y Viesgo, ha valorado las medidas sobre la fiscalidad eléctrica aprobadas por el Consejo de Ministros porque «alivian las cargas económicas al consumidor eléctrico, aunque ha abogado por la adopción de más iniciativas, como, por ejemplo, que la tarifa regulada deje de depender directamente de los precios del mercado mayorista.
Según sus cálculos, la reducción del IVA del 21 al 10 % hasta final del año tendrá un impacto en la factura de la luz de hogares y pymes del 8 %, mientras que el de la suspensión durante el tercer trimestre del impuesto a la generación (7 % y que pagan las productoras de electricidad) será del 1,5 %, porcentaje que en el caso de la industria podría elevarse hasta el 5 %.
Extender la supresión del Impuesto sobre el Valor de la Producción de Energía Eléctrica tendría un efecto positivo sobre todos los consumidores, especialmente los industriales, ya que las expectativas de precios del gas para el resto del año permanecen en los niveles actuales», han dicho a Efe fuentes de Aelec.
La asociación eléctrica ha urgido también a la aprobación del Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico, «pues su implementación ayudaría a rebajar la factura eléctrica significativamente».
El GAS NATURAL, CINCO VECES MÁS CARO QUE HACE UN AÑO
Ha recordado que la subida del precio del mercado mayorista eléctrico viene principalmente causada por el alza en el precio del gas natural (usado por los ciclos combinados), muy por encima del impacto del CO2, y «corresponde al Gobierno analizar las causas que llevan a un incremento tan significativo».
Según sus datos, el gas ha subido en el último año más del 400 % y los precios a futuro prevén un mantenimiento de los actuales precios para el resto del año.
«El mercado del gas es marcadamente estacional, con precios más bajos en los meses de verano por la menor demanda, «y la coyuntura actual no responde a esta situación», han subrayado.
Esta subida, no afecta al consumidor gasista en el corto plazo, porque los precios de los contratos de suministro y la tarifa regulada no están expuestos a la volatilidad del mercado, y tampoco afecta a la electricidad en el resto de los países de la Unión Europea, pues sus tarifas reguladas tampoco están expuestas al mercado mayorista.
«Solo afecta en España porque la tarifa regulada eléctrica es la única de la UE que envía a los clientes domésticos a la volatilidad del mercado mayorista», según Aelec, que considera que analizar el contexto en el que se encuentran esos países «puede ayudarnos a entender mejor como mitigar los impactos en los consumidores».
Por otra, las mismas fuentes han advertido de que el anteproyecto de ley del dividendo de CO2 (que persigue minorar los beneficios de las centrales no emisoras de antes de 2005) es una «mala señal para la inversión en España» y el riesgo país ha empeorado tras su anuncio, «justo cuando son necesarias grandes inversiones par ala transición energética».
«Hay que buscar fórmulas alternativas como las que ahora se proponen para evitar que las subidas en el precio del gas o del CO2 impacten en los consumidores sin alterar a largo plazo la confianza inversora», según la misma fuente. EFE
A.M.