Estas moratorias forman parte de las medidas aprobadas para paliar los daños ocasionados por la erupción del volcán, que se ha dado por finalizada después de 85 días de actividad, y consisten en suspender temporalmente las obligaciones de pago de intereses y principal para los créditos y préstamos con y sin garantía hipotecaria concedidos a particulares y empresas.
Según datos publicados este martes por el Banco de España, cerca de un 30 % de las solicitudes recibidas hasta el 30 de octubre correspondían a préstamos con garantía hipotecaria.
El saldo vivo pendiente de amortización de los préstamos suspendidos o aplazados ascendía a 73,9 millones de euros, de los cuales el 65 % correspondía a operaciones hipotecarias.
Los préstamos con garantía hipotecaria suspendidos tenían un saldo vivo medio pendiente de amortización de 106.400 euros, en tanto que los que no aportaron garantía hipotecaria sumaban una media de 19.200 euros.
Las moratorias beneficiaron en total a 2.606 prestatarios hasta el 30 de noviembre, de los cuales 2.219 eran deudores y 387, avalistas.
Un 64 % de los deudores beneficiarios eran asalariados, mientras que entre los avalistas beneficiarios, el porcentaje de asalariados se situaba en el 52 %.
En relación con el área de actividad de los autónomos y empresas beneficiarios, el mayor peso continuaba residiendo en los sectores de comercio, agricultura, ganadería, silvicultura y pesca y hostelería, que concentraron casi el 60 % de las moratorias aceptadas. EFE
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