La Policía Nacional ha detenido a 21 personas que integraban una organización por estafar a través de un chiringuito financiero seis millones de euros a cientos de ciudadanos a los que estos falsos brókers ofrecían supuestas inversiones.
Según informa la Policía Nacional, se han resuelto más de 130 denuncias de víctimas de esta red que actuaba en toda España, pero fundamentalmente en Madrid, Barcelona, Toledo y Guadalajara, llegando incluso a operar desde el extranjero.
La investigación arrancó hace año y medio a raíz de una denuncia con la que se tuvo conocimiento de que una persona habría sido estafada mediante el método de los «chiringuitos financieros» tras invertir casi 700.000 euros.
Avanzadas las pesquisas, los investigadores constataron que detrás de dichas estafas se escondía una organización criminal internacional ubicada en las ciudades mencionadas y también asentada en Chipre.
Contaban con una marca de bróker asignada a una página web determinada, la cual servía para captar a las víctimas, ofreciéndoles inversiones en el mercado de valores.
Una vez contactadas vía telefónica o mediante estas páginas web, los estafadores controlaban el capital invertido a través de una aplicación y tras apoderarse de los ahorros de los inversores, la organización simulaba operaciones de riesgo reflejando la pérdida de capital de forma repentina, con el propósito de evitar futuras reclamaciones o denuncias cuando los perjudicados se preguntaran por el paradero de su dinero.
Seguidamente, el capital estafado era repartido entre los implicados a través de criptomonedas.
Finalmente se estableció un dispositivo a finales de marzo, en el que se detuvo a 21 personas y se dio por desmontado la red.
Durante los registros domiciliarios practicados en distintas localidades de Madrid, así como en las provincias de Toledo, Guadalajara y Barcelona, los agentes intervinieron 562.000 euros en efectivo oculto en cajas fuertes escondidas en falsas paredes o enchufes.
Asimismo, se han incautado 11 vehículos de alta gama, los cuales eran adquiridos con el capital defraudado, además de gran cantidad de terminales telefónicos empleados para contactar con los perjudicados. ¡