Madrid, 20 sep (EFE).- La fusión entre CaixaBank y Bankia abrirá la puerta a nuevas operaciones de este tipo en el sector bancario español, coinciden los expertos, que no descartan que Banco Santander o BBVA participen en el proceso de consolidación bancaria u otras de menor tamaño como Liberbank o Abanca.
Con 664.027 millones de euros en activos y 51.536 empleados, el banco que surja de la citada fusión -que mantendrá el nombre de CaixaBank- será el décimo de Europa y el primero de España, por delante de Santander y BBVA, y avivará de nuevo el debate sobre la concentración bancaria en entidades de menor tamaño, como Banco Sabadell.
Esta es la opinión del responsable de Ratings Soberanos e Instituciones Financieras de Axesor Rating, Antonio Madera, quien afirma que con la fusión por absorción de Bankia por Caixabank «se da el pistoletazo de salida a una nueva ronda de consolidación bancaria».
No obstante, Madera señala que la operación pone de manifiesto la necesidad de impulsar una regulación que limite el riesgo sobre el resto del sistema económico.
En la misma línea, el analista de Bolsanow.com, José Luis Herrera, considera que el beneplácito por parte de los reguladores y de los gobiernos a esta operación supone un «incentivo extra» para que se produzcan nuevas fusiones o absorciones.
«Posiblemente volvamos a ver otros candidatos como Sabadell que está en las quinielas o incluso esa tantas veces anunciada fusión entre Liberbank y Unicaja como bancos medianos», señala Herrera, quien recuerda cómo la fusión de Argentaria con el entonces BBV fue el inicio de una oleada de uniones bancarias.
«Es posible que sí, que se haya abierto la espita de esas nuevas fusiones», reitera Herrera, un extremo en el que coincide también el director de Renta Variable en ATL Capital, Ignacio Cantos, al considerarla la primera fusión «de la segunda ronda de concentraciones en el sector bancario español».
Cantos resalta el «carácter defensivo» que tiene la fusión para las entidades, que ganan rentabilidad «a base de lo único que han conseguido siempre en general, que es reducir gastos, plantilla y sucursales».
Asimismo, destaca el atractivo que presentaba Bankia, por su buena capitalización tras el rescate y por su red de oficinas, y calcula unas sinergias de 770 millones de euros que «son fácilmente alcanzables», aunque habrá «ventas cruzadas».
Respecto a esas sinergias, el experto en fusiones y adquisiciones de banca de Esade Santiago Mínguez explica a Efe-Dow Jones que pasan por la eliminación de sucursales y son «relativamente fáciles de llevarse a cabo», al tiempo que el fondo de comercio negativo «ayudará a compensar pérdidas por insolvencias».
Como principal dificultad para la implementación de la integración, destaca «las diferencias culturales» entre ambas entidades.
Insistiendo en la idea de que la fusión abrirá la puerta a nuevas operaciones, Mínguez ve «paralelismos» con la llevada a cabo por el Banco Central Hispanoamericano y Santander en enero de 1999, ya que ambos también «eran dos bancos sanos y existía potencial de valor en uno y otro que no podía obtenerse sin estar juntos».
«Después la presión se trasladó a BBVA, que adquirió Argentaria en octubre de ese año», recuerda Mínguez, quien apunta que la consolidación bancaria «quizá ahora es más necesaria» ante el escenario de tipos de interés ultrabajos y la pandemia del coronavirus.
Es un movimiento que ya se está produciendo también en otros países, en los que se busca crear grandes bancos nacionales, apunta Mínguez, quien ve en el Banco Santander y BBVA dos candidatos a participar en el proceso, pero no descarta fusiones entre entidades de menor tamaño como Liberbank, Abanca, Unicaja, Ibercaja o Kutxabank para crear un gran grupo bancario. EFE
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