El Banco de España ha alertado sobre la evolución de la economía española y ha rebajado 1,5 puntos porcentuales la previsión de crecimiento para 2023, hasta el 1,4 %. Este objetivo difiere con respecto a la pronosticado por el Gobierno, cuya previsión era del 2,1% para el el año que viene. Mientras que ha elevado la tasa de inflación del próximo año al 5,6 %, 3,1 puntos más de la prevista en el mes de junio.
El informe del organismo presidido por Pablo Hernández de Cos coincide con el de otras instituciones internacionales como la OCDE, que rebajó la semana pasada las previsiones de crecimiento para el próximo año hasta el 1,5 %. Este jarro de agua fría supone un varapalo para el Ejecutivo de Pedro Sánchez, que ayer mismo anunció que se había producido un acuerdo para los Presupuestos Generales del Estado con la implementación de diferentes medidas.
La rebaja de las previsiones se basa en cuestiones como la inflación aún elevada, las condiciones de financiación menos favorables por la subida de los tipos de interés. A su vez el aumento de la incertidumbre y el debilitamiento del consumo mundial también incidirán en ese enfriamiento. Todo ello de acuerdo con las nuevas proyecciones macroeconómicas publicadas este miércoles por la entidad.
Inflación por las nubes
La inflación seguirá por «las nubes» ya que el Banco de España espera una tasa media en 2022 del 8,7%, que se moderará gradualmente hasta el 5,6% y el 1,9% en 2023 y 2024, respectivamente. Pero todo dependerá de los precios que experimenten las materias primas, sobre todo petróleo y gas que se han disparado por la guerra en Ucrania. El último dato de septiembre fue del 9%, algo que no sucedía desde hace casi 40 años, que ha ocasionado un encarecimiento del coste de la vida.
Según Funcas, la economía española solo crea empleo si es capaz de crecer por encima del 2%, por lo que es probable que si estos datos para el año que viene no varían al alza, se produzca una destrucción de empleo con el consiguiente aumento de la tasa de temporalidad. Este martes se dio a conocer que septiembre había terminado con 18.000 parados más, tras el fin de la temporada de verano.
Disminución de la deuda
Por contra, ha mejorado sus estimaciones para la deuda española en este ejercicio, tras situarla ahora en el 113,3% del PIB, con respecto al 114,9% que se había pronosticado anteriormente. Para el próximo año, la deuda se fijará en el 110,7% del PIB, mejor que la estimación previa del 113,2%, y en 2024 bajará de la barrera de 110% y se colocará en el 109,9%.