El frío ha tardado en llegar este invierno, pero cuando por fin lo ha hecho ha venido con fuerza. Las temperaturas extremas de enero y primeros de febrero han tenido repercusión en el consumo de gas y en la factura que están recibido o van a recibir aquellos consumidores que no están sujetos a la tarifa regulada.
Siete de cada diez hogares están adscritos a la tarifa libre de gas, y se han visto afectados por la subida de precios aplicadas por las compañías durante el arranque de año. El incremento del precio por kilovatio hora, unido a un mayor consumo de calefacción por el frío, está provocando que los algunos consumidores vayan a pagar ahora hasta un 500% más que en enero del año pasado. En algunos casos, las facturas superan los 1.000 euros.
Los consumidores se pasan a la tarifa regulada
La Tarifa de Último Recurso (TUR) es la que ofrecen las comercializadoras del mercado regulado. Su finalidad es proteger al pequeño consumidor, manteniendo los precios de acuerdo a la tarifa fijada por el Ministerio de Industria y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). La TUR no tiene permanencia mínima y se revisa cada tres meses, aunque a efectos prácticos su precio está limitado desde octubre de 2021.
Organismos de defensa de los consumidores, e incluso el Gobierno, han aconsejado en varias ocasiones a los consumidores que abandonen las tarifas libres y se pasen a la Tarifa de Último Recurso para estar “a salvo” de subidas como las experimentadas entre enero y febrero.
Cómo se contrata la TUR
Esta tarifa solo es ofrecida por comercializadoras específicas, por lo que la contratación debe hacerse directamente con Comercializadora Regulada Gas&Power, Energía XXI, Curenergía y Baser. A ella se pueden acoger tanto consumidores individuales como comunidades de vecinos que tengan calefacción centralizada a gas.
Existen tres modalidades de tarifa, la TUR RL.1 está orientada a viviendas con agua caliente y/o cocina a gas. La RL.2 para viviendas que tengan calefacción a gas, y la RL.3 para casas con calefacción a gas y agua caliente y/o cocina de gas.
Avalancha de cambios hacia la tarifa TUR
A mediados del año pasado, fueron muchos los consumidores que empezaron los trámites para pasarse a la tarifa regulada ante el constante incremento del precio del gas, que por aquel entonces marcaba máximos históricos.
Se denunció entonces que había un gran colapso y que era imposible hacer la gestión. De hecho, se llegó a acusar a las comercializadoras de estar dificultando este tipo de cambios para mantener a los consumidores en las tarifas libres, y desde el Gobierno se les exigió que pusieran a más personal para hacer estas gestiones.
El pasado 15 de febrero, la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, dio por finalizada la crisis del cambio de tarifa, manifestando que los retrasos y atascos producidos se habían acabado. El problema parece estar resuelto, y ahora los cambios ya se pueden gestionar con normalidad.
En tan solo unos meses, y a pesar de las dificultades, el número de hogares acogidos a la tarifa TUR 1 supera en un 50% a los que había el pasado verano. Solo en enero, las comercializadoras que ofrecen tarifa regulada han sumado 200.000 nuevos clientes. La nueva TUR vecinal (TUR 4) registra unas cifras por debajo de los 5.000 abonados.
Sumando el cambio de tarifa a la rebaja del IVA en el gas (5%), se estima que los hogares con tarifa TUR 1 pagarán un 41% menos de lo que habrían pagado si el IVA siguiera en el 10% y su tarifa fuera la libre. En el caso de la TUR 2, el ahorro llega al 37%.