Durante los últimos seis meses, se ha estado desarrollando en Reino Unido uno de los proyectos más importantes y extensos para conocer de primera mano los efectos de la implantación de la semana laboral de cuatro días sobre los trabajadores, las empresas, y la economía en su conjunto, y los resultados no han podido ser más satisfactorios.
Desde junio de 2022, un total de 61 empresas de diferentes sectores y tamaños, que englobaban a unos 2.900 trabajadores, se sumaron voluntariamente al proyecto de prueba de la semana laboral de cuatro días, manteniendo el salario de sus empleados.
No existía un modelo único de aplicación de este sistema. La única regla es que había que reducir la jornada semanal de trabajo un 20%. Por eso, algunas empresas optaron por trabajar de lunes a jueves, y en otras mantuvieron el esquema de trabajo de cinco días por semana, pero redujeron el tiempo de la jornada diaria. También hubo empresa que dividieron a su plantilla en grupos, de modo que unos libraban los viernes y otros los lunes.
Menos estrés y más productividad de los trabajadores
Uno de los hallazgos más significativos de esta prueba es que el bienestar de los trabajadores ha mejorado de una forma notable. Una encuesta llevada a cabo con posterioridad al proyecto piloto, ha puesto de manifiesto que un 39% de los participantes estaban ahora menos estresados, y un 71% se notaban menos agotados. En muchos casos, se han reportado bajadas en los niveles de ansiedad y en los problemas para conciliar o mantener el sueño.
Más de la mitad de los participantes destacan que han experimentado mejoras en la conciliación de su vida laboral y familiar, encontrando más tiempo para el cuidado de la familia, para las tareas domésticas y para disfrutar de la vida social. De hecho, se ha detectado una reducción en la desigualdad de género en el cuidado la familia. Con más tiempo libre, ha crecido el número de hombres más implicados en la atención de los niños, aunque no se han apreciado cambios en la distribución del trabajo doméstico entre sexos.
Las empresas también han salido beneficiadas
El mantenimiento de la productividad era una de las cuestiones que más preocupaba a las empresas al comienzo de esta prueba piloto. Lejos de bajar, la productividad ha crecido, y también lo han hecho los ingresos.
Además, se han reducido los costes, porque las plantillas se han mantenido más estables. La prueba ha puesto de relieve que, reduciendo el tiempo de trabajo sin rebajar el suelo, los empleados son más fieles, haciendo que bajen los niveles de rotación y absentismo en las empresas y el coste asociado a estos fenómenos.
Muchas empresas mantendrán esta medida
Finalizado el programa piloto, un 92% de las empresas que han participado en él han manifestado su voluntad de seguir aplicando la semana laboral de cuatro días de manera indefinida.
Los promotores del proyecto han calificado los resultados como “increíbles”, porque son mucho mejores de los que esperaban, y manifiestan que, seguramente, ha llegado el momento de comenzar a implementar este tipo de jornadas en todo el país.
La semana laboral de cuatro días en España
En España, la semana laboral de cuatro días está en la agenda política y está planteado un proyecto piloto que se pondrá en marcha en los próximos meses. Como en el caso de Reino Unido, el número de empresas que podrán participar en la prueba estará limitado. En ellas deberá reducirse la jornada semanal sin reducir el salario, haciéndose cargo el Estado de abonar la parte del salario de los empleados por las horas que estos no van a trabajar.