A punto de terminar el mes de febrero, el euríbor da muestras de continuar la senda ascendente que inició hace ya algunos meses. En apenas un año, el principal índice de referencia de las hipotecas ha pasado de estar en negativo a volver a cifras que no se veían desde finales de 2008, cuando estalló la crisis de la burbuja inmobiliaria.
En noviembre de 2008, el euríbor registró una tasa mensual del 4,350%, una de las más altas registradas en su historia. Un mes después, en diciembre de 2008, la tasa había bajado casi un punto porcentual y se situaba en el 3,452%. Esta cifra es más baja que la registrada en febrero de este año, cundo el euríbor se ha situado en el 3,514%.
En comparación interanual, el euríbor estaba en febrero de 2022 en -0,335%, es decir, 3,849 puntos por debajo de la cifra que se ha registrado en febrero de 2023. A efectos prácticos, esto implica una subida de la cuota hipotecaria de alrededor de unos 300 euros al mes en una hipoteca variable a 30 años de 150.000 euros. Una hipoteca de 300.000 euros al miso plazo, podría encarecerse hasta 600 euros al mes.
Hace unas semanas, el Banco Central Europeo (BCE) anunció una nueva subida de los tipos de interés para luchar contra la inflación, y ya avisó de que en mayo habría un nuevo incremento. Tras esto, el euríbor volvió a subir, y se espera que vuelva a hacerlo cuando el BCE incremente de nuevo los tipos de interés. Subida que será, al menos, de 25 puntos básicos.
Un sobrecoste de 12.000 millones para los hipotecados
Adicae, la asociación de usuarios bancarios, ha manifestado que la subida del euríbor va a suponer un esfuerzo extra para los prestatarios con hipotecas variables que podría estar entre los 10.000 y los 12.000 millones de euros.
La estimación de Adicae se ha realizado partiendo del encarecimiento medio de la hipoteca en unos 200 euros al mes, por lo que las cifras reales podrían estar por encima de estos cálculos si el euríbor continúa su senda alcista.
La asociación de usuarios bancarios también ha denunciado la ineficacia del sistema de pseudoarbitraje que se puso en marcha en 2017 para resolver los conflictos entre las entidades bancarias y los consumidores por las cláusulas abusivas en las hipotecas, y demanda que se evalúe su funcionamiento y se tomen medidas más eficientes.
Previsión para el euríbor en 2023
Los expertos en análisis de las principales entidades financieras del país no terminan de ponerse de acuerdo sobre este tema. Bankinter y Asufin (asociación de usuarios financieros) prevén que el índice de referencia de las hipotecas continúe subiendo y acabe el año en torno al 4%.
En Funcas consideran que el euríbor acabará el año más o menos como está ahora, en torno al 3,51%, mientras que Caixabank espera una bajada y fija su previsión en un 2,73% para final de año.
Récord en cambio de hipotecas
La subida del euríbor ha tenido un impacto directo dentro del mercado hipotecario y ha despertado el interés de los consumidores por el cambio de hipoteca para pasarse a un tipo fijo o, al menos, a un tipo mixto, ya sea a través de una novación o de una subrogación.
Solo en enero, se produjeron un 342% más de cambios de tipo de hipoteca que en enero de 2022, pero se espera que la cifra se modere en los próximos meses.
¿Cuándo empezará a bajar el euríbor?
Los especialistas no se atreven a dar una respuesta, porque resulta muy complicado predecir cómo evolucionará el mercado, pero para que baje el euríbor primero tendrán que bajar los tipos de interés, y estos no lo harán hasta que la inflación empiece a moderarse todavía más de lo que ya lo ha hecho, algo que se espera que ocurra entre finales de este año y primavera de 2024.