Están siendo días especialmente complicados en el ámbito financiero. La quiebra de dos bancos en Estados Unidos ha despertado viejos fantasmas que permanecían enterrados desde la crisis de 2008.
La semana pasada comenzaron los rumores sobre los posibles problemas del Silicon Valley Bank (SVB), una de las entidades encargadas de la financiación de las miles de empresas de tecnología ubicadas en California. Hasta el viernes 10 de marzo, este era el decimosexto banco de Estados Unidos, con unos activos que superaban los 200.000 millones de dólares, y su caída ha sido tan rápida que los mercados casi no han tenido tiempo de reaccionar.
El 8 de marzo el SVB anunciaba que estaba intentando recaudar 2.500 millones de dólares para tapar un agujero en su balance y, tan solo dos días después, el 10 de marzo, la Federal Deposit Insurance Corporation (CFSD) declaraba su quiebra.
Las claves de la quiebra del SVB
El Silicon Valley Bank fue intervenido por la CFSD a finales de la pasada semana, por las dudas sobre su liquidez y su solvencia. Se procedió inmediatamente a su cierre para proteger los activos y el propio CFSD es ahora custodio de los depósitos del banco.
La entidad ha asegurado que los depósitos inferiores a 250.000 dólares serán accesibles a lo largo de esta semana. Los clientes que tengan cifras superiores a esa cifra tienen que contactar directamente con la Federal Deposit Insurance Corporation lo antes posible.
SVB había confirmado que esperaba pérdidas por valor de 1.800 millones de dólares en el primer trimestre del año, e intentó una colocación acelerada de acciones por valor de 1.750 millones de dólares para intentar sanear su posición.
La operativa de Silicon Valley Banck siempre ha estado cubierta de un gran riesgo, porque se dedicaba a almacenar el dinero de las startups más que a entregar préstamos que pudieran reportarle un beneficio al banco. Al tener más depósitos que préstamos, la rentabilidad del SVB ha llegado a un momento crítico.
Tras la intervención por parte de la CFSD y una caída en bolsa de más del 60%, la secretaria del Tesoro de EEUU ha descartado un rescate y se ha confirmado que la entidad bancaria está a a la venta.
El desplome de Signature Bank
El SVB no ha sido el único banco en tener problemas estos días. La CFSD también ha designado un fideicomisario para Signature Bank, con sede en Nueva York. La caída en bolsa del Silicon Valley Bank arrastró a las acciones de Signatura Bank, que sufrieron pérdidas de valor similares, hasta el punto que el banco tuvo que suspender sus operaciones porque las empresas de capital riesgo estaban aconsejando a su clientes retirar su dinero de allí lo antes posible.
La secretaria del Tesoro estadounidense ha afirmado que el sistema bancario es seguro y está bien capitalizado, pero los inversores siguen con el temor a que se produzca un efecto contagio que afecte a más entidades, como ya le ha ocurrido a Signature Bank.
La situación está teniendo consecuencias también en Europa. En el caso de España, la banca española ha comenzado la semana con grandes desplomes y el precio de las acciones ha llegado a caer un 6%. La mayor caída la ha experimentando Banco Sabadell, con un 10,5%.
El temor al efecto contagio ha llevado a los inversores a vender acciones de empresas financieras. El aumento de la oferta de acciones, unido a una bajada en la demanda de las mismas, ha sido lo que ha provocado la caída de los precios.
El bajón de los mercados también se ha producido en otras bolsas europeas. El CAC 40 francés ha caído al 2,7%, y el DAX alemán lo ha hecho al 3,3%.