Este miércoles, el Gobierno de España y los sindicatos CCOO y UGT han firmado el acuerdo para la última parte de la reforma de las pensiones. Este acuerdo se enfoca en aumentar los ingresos del sistema para garantizar su sostenibilidad.
El ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, y los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, han sido los encargados de ratificar el acuerdo y estampar su firma en un acto en la sede del Ministerio.
Seguimiento de las prácticas de los becarios
Entre algunas de las novedades que incluye el pacto con los representantes de los trabajadores se incluye un observatorio para hacer seguimiento de las prácticas de los becarios. Sin embargo, la patronal no ha participado en el acuerdo, lo que ha sido criticado por el secretario general de UGT, quien ha lamentado que los empresarios se hayan borrado del acuerdo. «El destope era la conclusión del primer acuerdo. Es una incoherencia firmar el primero y no el segundo», ha asegurado Álvarez.
Sordo destaca la importancia de las medidas
Por su parte, Unai Sordo ha señalado que el acuerdo de hoy es «uno de los días más importantes de esta legislatura». «Estas medidas pretenden instalar un sistema de ingresos estructurales a la Seguridad Social que garanticen la viabilidad de las pensiones para los próximos 25 años. Más ingresos, más protección, más certezas», ha subrayado.
Críticas de la CEOE
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha criticado que el Gobierno haya presentado esta reforma como «lentejas», «hurtando el debate» y la negociación a las partes y sin una memoria económica sobre la que valorar los efectos de la propuesta del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
«Hemos planteado cosas, pero no se nos han dado datos (…) Es muy difícil hablar de algo sin los números y la realidad es que a fecha de hoy no tenemos la memoria económica de la reforma (…) El ministro no dice la verdad», ha denunciado el líder de la CEOE, que ha añadido que José Luis Escrivá «suele decir este tipo de cosas».
Escrivá asegura que la reforma no pone en peligro la competitividad de la empresa
El ministro de Seguridad Social ha asegurado que la reforma «no pone en peligro la competitividad de la empresa» y ha asegurado que puede sustentar sus afirmaciones «con datos sobre la mesa», acusando de demagogas a las críticas que se hace a su proyecto. Incluso ha querido reconocer el trabajo en el interior de la coalición: «Es motivo de satisfacción. En Bruselas hablé con dos colegas con gobiernos de coalición y me decían que no llegarían a ningún acuerdo. Nosotros sí», se ha felicitado.
Cambios en el cómputo de las pensiones
El principal cambio en la reforma es el cómputo de las pensiones, que estará dividido en dos fórmulas, y el pensionista podrá escoger la que más le convenga: o bien los últimos 25 años como hasta ahora, o elegir de sus últimos 29 años trabajados los 27 más convenientes.
Así, las pensiones no sufrirán ningún recorte porque se aumentarán los ingresos aumentando las cotizaciones de las rentas más altas: las que superen los 4.495 euros al mes. Lo que pagan subirá en torno a un 30% más, pero la pensión máxima solo lo hará un 3%.
Cuota de solidaridad
Otra novedad es la llamada cuota de solidaridad: un recargo, primero de un 1% y más tarde de un 6% para aquellos salarios que superan los 54.000 euros anuales.
Esta reforma beneficiará especialmente a las mujeres que hayan tenido carreras laborales menos estables y hayan tenido que hacerse cargo de los familiares, y también a los jóvenes, ya que las carreras profesionales son más lineales y no tienen su mejor época al final.
Reforma de las pensiones: redistribución, periodo de cómputo y brecha de género