La declaración trimestral del IVA es una de las obligaciones tributarias más importantes que deben atender los autónomos en el día a día de su actividad, pero eso podría estar a punto de cambiar para muchos emprendedores al frente de pequeños negocios.
La Agencia Tributaria y las principales asociaciones de autónomos están negociando la posibilidad de poner en marcha un nuevo régimen fiscal que llegaría con una importante novedad: que los autónomos que facturen menos de 85.000 euros al año queden al margen del IVA.
La medida forma parte del plan de la Agencia Tributaria para rediseñar varios aspectos del sistema tributario de los autónomos, lo que también afectaría al sistema de módulos, y pondría en marcha el régimen franquiciado del IVA para pequeños negocios y profesionales.
Simplificar la gestión tributaria
El IVA no lo pagan los autónomos, pero deben recaudarlo de sus clientes y entregarlo a Hacienda cada tres meses, a través de su correspondiente autoliquidación. Aunque en esta operación el empresario sea un mero intermediario, tener que liquidar el tributo y rendir cuentas ante la Administración Tributaria supone una carga administrativa que implica invertir tiempo, dinero y recursos.
De hecho, la obligación de presentar la autoliquidación de IVA está presente incluso si el profesional no ha obtenido ingresos durante el período a liquidar. Aunque el resultado vaya a ser cero, hay que informar de ello a la Administración, y no hacerlo en tiempo y forma conlleva una serie de sanciones económicas.
Lo que se busca con el planteado cambio fiscal es simplificar las obligaciones tributarias de los autónomos, que ya no tengan que preocuparse por las autoliquidaciones trimestrales del Impuesto sobre el Valor Añadido.
Los autónomos que podrían dejar de presentar el IVA trimestral
La medida está en plena negociación y no han trascendido muchos detalles, pero se sabe que la idea principal es que el régimen de franquicia sustituya al régimen de módulos en el IVA. En el nuevo sistema, la exención del impuesto alcanzaría a las personas físicas que facturen menos de 85.000 euros al año o hasta 100.000 euros anuales si realizan operaciones intracomunitarias.
Los autónomos solo tendrían que rendir cuentas con Hacienda una vez al año (en enero), presentando una declaración que permitiría a la Agencia Tributaria comprobar que el contribuyente está dentro de los límites para continuar en ese sistema.
El IVA fraccionado, junto con el sistema de facturación electrónica que pronto será obligatorio, suministrarán mucha información a la Administración Tributaria, lo que ahorrará una gran cantidad de trámites a los autónomos.
Con el nuevo sistema los autónomos que puedan beneficiarse del mismo ni soportarán ni repercutirán el IVA, por lo que ya no tenderán la obligación de guardar las facturas, puesto que desaparecerían los gastos deducibles por este tributo.
Un régimen más beneficioso para quienes tienen menos gastos
Los expertos en Derecho Tributario confirman que el régimen de franquicia en el IVA sería especialmente interesante para aquellos autónomos que soportan poco IVA, ya que estos tienen que realizar ahora trámites complejos y tediosos para no deducirse demasiado dinero.
El sistema también resultaría beneficioso en aquellos casos en los que los autónomos se ven afectados por la morosidad de sus clientes, porque no tendrán que adelantar a Hacienda el pago de un IVA que no han percibido.
A fin de evitar problemas legales y posibles fraudes, los adscritos al régimen de franquicia van a tener un número de NIF IVA que permitirá al cliente saber que el franquiciado puede expedir la factura y quedar al margen del IVA.
La futura reforma fiscal que se está negociando abordará otras cuestiones importantes como la eliminación del sistema de módulos ne el IRPF. De esta forma, los autónomos pasarán del IVA al régimen de franquicias y en renta pasarán a la estimación directa simplificada o normal.