Los negocios españoles se muestran optimistas con respecto a sus expectativas de ventas para este 2023, pero no así con lo que respecta a sus beneficios, que se seguirán viendo lastrados por el incremento de los precios.
El informe “Perspectivas España 2023”, que KPMG ha realizado en colaboración con la CEOE, pone de manifiesto que un 70% de los empresarios encuestados esperan que sus cifras de ventas a lo largo de este año estén por encima de las conseguidas en 2022. De hecho, un 50% va a reforzar su inversión en el negocio para conseguir mejores resultados.
Sin embargo, un 30% de los empresarios consideran que la situación económica actual es mala o muy mala, y un 69% afirma que la inflación ha reducido de forma drástica su margen de beneficio.
La inflación es una de las principales preocupaciones
La elevada inflación que se viene experimentando desde hace un año ha tenido consecuencias en los bolsillos de los consumidores y también en los de los titulares de negocios. Un 69% afirma que la inflación ha tenido un impacto entre alto y muy alto en sus márgenes de beneficio.
Aunque el volumen de ventas a los consumidores aumenta, el precio de las materias primas o de los productos adquiridos a los mayoristas ha crecido tanto, que la ganancia final se ha reducido. Algo a lo que también ha contribuido la subida de otros costes asociados como la luz o el gas.
Poco más de la mitad de los empresarios, un 52%, ha tenido que ajustar sus políticas de precios para intentar que su actividad no les suponga pérdidas económicas. Del resto que todavía no lo han hecho, un 31% confirma que ajustará sus precios al alza en los próximos meses.
Otra forma en la que los empresarios y profesionales están intentando paliar los efectos de la inflación es renegociando sus contratos con proveedores para obtener un ajuste de precios. Un 45% manifiesta que ya ha abordado este proceso y un 32% confirma que lo hará a lo largo de este año.
La incertidumbre política como riesgo
2023 es un año de elecciones a nivel local, autonómico y estatal. Se van a producir cambios a todos los niveles y esto genera una cierta situación de incertidumbre que también le pasa factura a los empresarios.
La celebración de comicios y la notable actividad legislativa que se está desarrollando estos meses producen cambios muy rápidos a los que no todos los negocios pueden adaptarse con igual efectividad.
Digitalización y talento para superar la crisis
La pandemia puso de relieve que muchas empresas españolas no estaban lo suficientemente digitalizadas y, desde entonces, pymes y profesionales están realizando importantes esfuerzos para abordar el proceso de transformación digital de una forma paulatina y exitosa. La existencia de ayudas como las del Kit Digital supone un balón de oxígeno para aquellos que quieren adaptar su negocio a los nuevos tiempos y ganar competitividad.
El otro gran reto que afrontan las empresas para poder plantarle cara con éxito a la crisis es la retención del talento. Las nuevas formas de trabajar requieren empleados con capacidades y habilidades que hasta ahora no eran necesarias, y no siempre resulta sencillo encontrarlos. Un 59% de los encuestados manifiestan estar teniendo problemas a la hora de encontrar los perfiles profesionales más adecuados para cubrir sus vacantes.
Muchas empresas están tomando ya medidas para mejorar su reputación como empleadoras y conseguir así atraer a sus procesos de selección a mujeres y hombres que posean las habilidades blandas que resultan esenciales hoy en día para que la empresa pueda hacer frente a los desafíos que tiene por delante.