Las pequeñas y medianas empresas (pymes) y los autónomos conforman gran parte del tejido empresarial español. Aunque su número se mantiene más o menos estable, el tamaño de las pymes sí se está viendo afectado por la crisis que comenzó a raíz de la pandemia y la incertidumbre económica que se experimenta de unos meses a esta parte.
Son pymes aquellas empresas que tienen menos de 250 empleados y cuyo volumen de negocios anual no excede de 50 millones de euros, o cuyo balance general anual no supera los 43 millones de euros. Según un informe de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), la media de empleados en este tipo de organizaciones en 2022 fue de 7,8.
Suman ya un total de 10 trimestres consecutivos con reducción del tamaño de las pymes, que han experimentado un descenso en su plantilla del 3,6% desde que comenzó la pandemia.
La media de asalariados en las empresas pequeñas es de 5,9, mientras que en las medianas hay unos 84. No obstante, el volumen total de asalariados en pymes es ahora mayor que antes de la pandemia, ya que se ha pasado de 8,6 millones de empleados a 8,8.
Las pymes pierden productividad
Las pequeñas y medianas empresas están ajustando sus plantillas para hacer frente a la situación actual, y esto también está pasando factura a su productividad. En el último trimestre de 2022, se registró una caída en su productividad de un 3,4% en comparación interanual, sumando ya seis meses consecutivos de descensos.
Desde Cepyme consideran que el descenso en la productividad se debe también a los menores volúmenes de ventas. Muchas empresas, conscientes de que venden menos, están ajustando su producción para ahorrar recursos y no acabar con un exceso de stock.
El informe pone de manifiesto que durante el último trimestre de 2022 se ralentizaron las ventas y el número de unidades vendidas quedó prácticamente congelado al final del año pasado.
Por su parte, los costes de las pymes crecieron por encima de su volumen de ventas debido al incremento de los costes laborales y de los costes de la energía, lo que supone un incremento de los gastos del casi un 6%.
La desaparición de pequeñas y medianas empresas durante 2022 se produjo especialmente en los sectores de la agricultura y la industria. En total, desaparecieron 7.057 pymes en actividades agropecuarias y 876 en la industria.
Se acrecenta la desigualdad entre empresas
Según el informe de la Central de Balances Trimestral (CBT) del Banco de España, las empresas no financieras se expandieron con gran intensidad durante 2022, terminando el año con resultados muy superiores a los de 2021. La cifra de negocio aumentó un 41,3% en comparación interanual durante el último trimestre de 2022, el beneficio neto lo hizo un 91,3% y la rentabilidad sobre el activo un 5,5%.
Pero se aprecia una creciente desigualdad entre las pymes y las grandes empresas. El crecimiento en los beneficios de las grandes empresas fue del 92,2%, mientras que en las medianas empresas se quedó en un 26,8%. Con respecto a las pequeñas empresas no se recogen los datos desagregados, por lo que es imposible conocer las cifras reales.
Por sectores, la rentabilidad creció muy especialmente en la industria, el comercio y la hostelería, algo que los expertos achacan al fin definitivo de las restricciones que se habían impuesto a consecuencia de la pandemia de Covid-19.
La industria registró un incremento de los beneficios del 129,3% durante el cuarto trimestre del año pasado, un incremento que ha estado marcado por la evolución expansiva que ha tenido el sector del refino.