Aunque de una forma más moderada a como venían haciéndolo en los últimos meses, los precios siguen subiendo. El Índice de Precios de Consumo (IPC) del mes de marzo, adelantado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), pone de manifiesto que la inflación creció un 0,4% durante el tercer mes del año en comparación con los resultados de febrero.
La inflación comenzó a subir en enero de 2022, situándose en un 6,1%, y alcanzó su tope en julio llegando al 10,8%. En agosto comenzó una bajada y, desde entonces, se ha mantenido en torno al 6%-7%. Si los datos finales de marzo confirman una inflación del 3,3%, estaríamos ante el nivel más bajo desde agosto de 2021. Esto rompería la tendencia alcista que se había venido experimentando desde comienzo del año, cuando los precios subieron un 5,9% (enero) y un 6,1% (febrero).
¿A qué se debe la moderación en el crecimiento de la inflación?
Según explica el propio INE, una de las principales razones de que la escalada de precios se frenara un poco durante marzo es que los precios de la electricidad y de los carburantes fueron notablemente más bajos que en marzo de 2022.
Nadia Calviño, Ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, ha atribuido a la excepción ibérica y al resto de medidas adoptadas por el Gobierno la contención de precios y la bajada sostenida en el precio de la electricidad.
La inflación subyacente continúa subiendo
La inflación se modera, pero la inflación subyacente continúa sin dar signos de mejora. El resultado del mes de marzo es un 7,5% de crecimiento, que es la cifra más alta en los últimos 40 años.
A nivel macroeconómico, lo que interesa es que la inflación subyacente se modere, porque este es el principal indicador que utilizan los bancos centrales para estudiar el comportamiento de los precios a corto plazo. Si esta inflación es alta, los precios siguen subiendo a corto y medio plazo, y eso afecta a la economía de los países.
El propio Banco Central Europe (BCE) ha confirmado que seguirá realizando ajustes al alza en los tipos de interés mientras la inflación subyacente en la Unión Europea no alcance un nivel óptimo.
Los precios siguen al alza
La moderación de la inflación durante el mes de marzo no se ha dejado notar demasiado en el bolsillo de los consumidores. El precio medio de una cesta de la compra con productos básicos ha seguido subiendo, hasta el punto que este incremento de los precios ha absorbido la rebaja experimentada a comienzos de año por la reducción del IVA.
Los precios de los alimentos han subido en torno al 16% en un año, y la previsión del Banco Mundial es que bajen un 6% a lo largo de este 2023. La estabilidad tardará en llegar hasta 2024. No obstante, el propio organismo advierte que la situación a nivel internacional es muy inestable y existen más factores que nunca que podrían alterar estas previsiones.
Algunos economistas, siguiendo la senda marcada por el Banco Mundial, creen que la moderación de precios empezará a finales de este año, pero que los niveles considerados “normales” no se recuperarán hasta 2025.
Esto se explica por la inflación subyacente. Mientras esta continúe subiendo, los precios continuarán al alza. A nivel europeo, la situación es similar a lo que ocurre en España, la inflación se modera, pero la subyacente continúa creciendo.
A pesar de todo, España sigue siendo uno de los países de la Unión Europea con la inflación en niveles más bajos, una posición que ha logrado mantener a lo largo del último año.