jueves, noviembre 21, 2024
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Algunos bares y restaurantes ya aplican la propina a la americana

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En la cultura española, la propina siempre ha tenido el carácter de gratificación. Asociada al gremio de la hostelería, los consumidores suelen dejar propina cuando sienten que han recibido un buen servicio. Es una manera de agradecer el buen trato.

En España la propina es una liberalidad, queda a la voluntad del cliente darla o no, y el importe de la misma. En Estados Unidos no es así. El ticket incluye un coste extra de entre un 15% y un 20% con respecto a la consumido, en concepto de propina.

No existe ninguna ley que obligue a los consumidores a abonar esa propina, pero no está bien visto socialmente no pagarla.

En Estados Unidos, el salario de los camareros es bajo, y las propinas son la forma que han encontrado para que su trabajo les permita realmente cubrir sus necesidades económicas.

La hostelería española se suma al sistema de propinas estadounidense

Bares y restaurantes han notado que desde que comenzó la pandemia y los consumidores se han acostumbrado a pagarlo todo con tarjeta o con el móvil, el volumen de propinas ha descendido drásticamente.

Algunos han buscado soluciones ingeniosas como permitir a sus clientes abonar la propina también a través de medios de pago electrónicos.

Otros han ido un paso más allá y han implantado un sistema similar al estadounidense. De esta forma, cuando los clientes reciben la cuenta, en la misma se refleja el importe de la propina. En la mayoría de los casos, se da la opción de elegir: no dejar propina, dejar un 5% o dejar un 10%.

Desde Facua, destacan que pagar la propina no es nunca una obligación. Y señalan que este tipo de medidas buscan crean un sentimiento de culpa en el consumidor, «empujándole» así a dejar algo de dinero extra para compensar el servicio recibido.

Las asociaciones de consumidores también han destacado que los establecimientos que han aplicado esta medida pueden estar buscando exactamente lo mismo que los restaurantes y bares estadounidenses. No que el camarero vea recompensado su esfuerzo, sino que sea el cliente quien asuma de forma directa una parte del pago de su salario.

La medida no es muy popular por el momento, pero sorprende a los consumidores. Algunos manifiestan que esta situación les parece algo violenta y que, lejos de dejar propina, en estos casos optan por no deja nada.

Además, la situación también se complica para los camareros, que se ven en la obligación de tener que explicar cómo funciona ese sistema de propinas.

La cultura y la propina

La reacción de los consumidores ante esta «imposición» de la propina es una muestra de que la propina tiene un fuerte arraigo a la cultura de cada país y en cada uno se entiende de una manera diferente.

En España el cliente decide voluntariamente y sin ningún cargo de conciencia si deja o no algo de dinero extra para compensar al camarero por el servicio que le ha prestado.

En Estados Unidos no hay obligación de abonar la propina, pero no hacerlo, o abonar menos de lo que se considera justo, puede llegar a causar incluso problemas en el establecimiento en el que se estaba consumiendo.

En Suiza, la ley exige el pago de una propina del 15% del valor de la cuenta. Se conoce con el nombre de «tasa de servicio».

En países de Asia como China y Singapur, dejar propina a los camareros está visto como una falta de respeto hacia los mismos y como un signo de mala educación. Es más, en Singapur las propinas están directamente prohibidas por la ley. En Japón, ofrecer una propina a un camarero es equivalente a hacerle una gran ofensa.

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