Apenas una semana después de anunciar que estaba inmerso en una gran crisis, el First Republic Bank ha sido cerrado por orden de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC, según sus siglas en inglés). Los activos y depósitos que todavía le quedaban a la entidad han sido traspasados a JP Morgan.
El pasado mes de marzo, las quiebras de Silicon Valley Bank, Silvergate y Signature, desataron los fantasmas de la crisis financiera. El First Republic Bank fue otra de las entidades señaladas en aquel momento, pero logró superar la crisis.
Sin embargo, apenas un mes después, el banco hizo públicos sus datos y confirmó que la difícil situación del mes de marzo había dado lugar a una importante fuga de depósitos, y que sus activos se habían reducido de una forma notable.
Nada más anunciar esto, el precio en bolsa de sus acciones se desplomó, y la entidad tuvo que solicitar un rescate privado a otras entidades bancarias.
Con las acciones a un precio que rondaba los 3 dólares, las autoridades estadounidenses comenzaron el pasado viernes a buscar una solución. Tras un fin de semana intenso de negociaciones, se decidió que lo mejor era cerrar el banco.
El segundo mayor colapso bancario en EEUU
Durante las negociaciones que se desarrollaron el pasado fin de semana, se presentaron varias ofertas por parte de entidades como JP Morgan o Citizens para intentar salvar al First Republic Bank y evitar así un colapso, pero esto no ha sido posible.
La FDIC decidió que lo mejor para la entidad y para sus clientes era cerrar directamente el banco y adjudicar sus activos a JP Morgan por 10.600 millones de dólares.
El objetivo es proteger a los depositantes, que ahora tendrán sus productos en una entidad más solvente.
El First Republic Bank experimentó una fuga de depósitos por valor de 100.000 millones de dólares durante el primer trimestre del año. En el momento de la liquidación, contaba con 103.900 millones de dólares en depósitos y 229.000 millones de dólares en activos.
Teniendo en cuenta en volumen de activos, la quiebra de este banco se convierte en el segundo mayor colapso bancario en Estados Unidos, superando así a la quiebra del Silicon Valley Bank. Por delante hay una quiebra de récord que será difícil de superar, la de Lehman Brothers, por valor de 691.000 millones de dólares en activos.
Así será la transición
Por el momento, los clientes del First Republic Bank pueden seguir utilizando sus cuentas hasta que se actualicen los sistemas.
JP Morgan se ha quedado tanto con los depósitos asegurados como con los que no lo están. Así como con 84 oficinas, que reabrirán próximamente como establecimientos de la nueva entidad propietaria.
La FDIC y JP Morgan han llegado a un acuerdo para compartir las pérdidas, o lo que se pueda recuperar de la cartera de créditos inmobiliarios. Lo que no asume el comprador es el crédito corporativo del First National Bank ni sus acciones preferentes.
Un impulso para JP Morgan
La compra del banco en quiebra ha puesto de manifiesto la solidez de JP Morgan y su apoyo al sistema financiero estadounidense, y esto se ha dejado sentir en su cotización.
El pasado lunes sus acciones subían un 2,67%, mientras que los títulos del First Republic Bank han sido suspendidos de cotización en un precio de 3,51 dólares por acción.
El presidente de JP Morgan ha hecho un llamamiento a la calma y ha afirmado que la quiebra de la entidad que su banco acaba de comprar es un síntoma más de que la crisis financiera está llegando a su final y que la situación se va a empezar a estabilizar.