La caída del Silicon Valley Bank el pasado mes de marzo, puso de manifiesto que el sistema bancario estadounidense no es tan fuerte como parecía. Tras la quiebra del SVB llegaron otras, la de Silvergate y la de Signature. La más reciente, la del First Republic Bank.
Tras anunciar la pasada semana una fuga millonaria de depósitos, precisamente a raíz de los problemas del SVB, el First Republic Bank llegó al viernes con una fuerte caída en el precio de sus acciones. Al comenzar esta semana, el pasado lunes, se anunció que el banco cerraba definitivamente y que sus activos y depósitos iban a pasar a manos de JP Morgan, que se ha hecho con ellos por poco más de 10.000 millones de dólares.
Al hacerse pública la adquisición del First Republic Bank, el presidente de JP Morgan manifestó públicamente que la crisis bancaria estaba llegando a su final. Que estos eran los últimos ajustes que necesitaba el mercado, pero los expertos no están del todo de acuerdo.
El PacWest Bancorp es ahora la nueva entidad bancaria que está en el punto de mira, porque ha empezado a mostrar signos de debilidad.
PacWest se desploma en bolsa
El banco regional, con sede en California, llegó a hundirse en bolsa el martes 2 de mayo un 40%. Finalmente logró recuperarse un poco, y cerró la sesión con una pérdida de valor en sus aciones del 27,78%.
La jornada tampoco fue positiva para otras entidades regionales. El Western Alliance vio caer el precio de sus acciones un 15%, y el Metropolitan Bank un 28%.
El fondo cotizado KRE, que representa al sector de bancos regionales, experimentó el martes una caída del 6,27% en el precio de sus acciones, firmando así su peor jornada desde la crisis bancaria del pasado mes de marzo.
Los inversores no se fían
En menos de dos meses han quebrado cuatro bancos en Estados Unidos, y esto ha puesto sobre aviso a los inversores. Mientras las autoridades defienden la resiliencia del sistema bancario estadounidense, los inversores no se muestran del todo convencidos y retiran su confianza a los bancos, haciendo que el precio de las acciones baje.
A ello hay que sumar que es previsible que la Reserva Federal suba los tipos de interés otros 25 puntos básicos, y esto podría impulsar todavía más a los inversores a deshacerse de sus acciones.
Con la subida de los tipos de interés, para los bancos es más caro mantener sus depósitos, y eso reduce el valor de mercado de sus bonos y de los préstamos a largo plazo.
El sistema bancario no está a salvo
Los analistas no creen que la caída del First Republic Bank vaya a ser la última. Consideran que no existe un riesgo sistémico, pero defienden que la mala gestión que se ha llevado a cabo en algunos bancos puede dar lugar a situaciones como las que se han vivido en las últimas semanas.
Por su parte, los principales responsables de los fondos de inversión del mundo se han reunido en una conferencia del Milken Institute y han sido unánimes en su diagnóstico: este tipo de intervenciones de bancos por parte de los reguladores estadounidenses es una amenaza para el crédito y podría empeorar la desaceleración económica.
El Foro Económico Mundial también se han manifestado al respecto y teme que lo que está pasando en Estados Unidos acabe teniendo un impacto económico negativo, y que pueda producir un efecto en cadena que afecte a otras entidades bancarias.
Los expertos coinciden al afirmar qué, por unos motivos u otros, el riesgo para las entidades bancarias de tamaño medio va a seguir presente. El First Republic Bank acabó cayendo por las consecuencias negativas que tuvo para él la quiebra del SVB, y es posible que, a su vez, su quiebra haya puesto en problemas a otra entidad bancaria.