jueves, noviembre 21, 2024
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TIN y TAE: ¿qué es cada uno y cuál es su importancia?

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En la publicidad de productos financieros como préstamos bancarios es bastante común encontrar referencias a TIN y TAE. Son dos conceptos que resultan bastante desconocidos para la mayor parte de la población, pero que es importante tener claros para saber cuánto se va a acabar pagando a cambio del dinero que se va a pedir prestado.

Tipo de Interés Nominal (TIN)

Se puede definir como el porcentaje de intereses que se va a pagar por un préstamo, o que se va a recibir a cambio de una inversión, y normalmente se calcula de manera mensual.

Si una persona pide un préstamo de 10.000 euros al 5% de TIN, al final de la operación tendrá que devolver 500 euros en concepto de intereses.

Lo que diferencia al TIN de otros intereses aplicables en el mundo financiero, es que no tiene en cuenta ningún otro de los gastos que normalmente van asociados a la operación financiera, como las comisiones.

El Tipo de Interés Nominal indica cuántos intereses se van a pagar por un producto bancario, y precisamente por ello debe aparecer indicado en la publicidad y en los contratos que se firmen.

Tasa Anual Equivalente (TAE)

Este indicador financiero muestra cuál es el coste real de un préstamo o una inversión, expresado de forma anual.

Su principal diferencia con respecto al TIN es que la TAE sí tiene en cuenta todos los costes asociados a la operación financiera, lo que incluye comisiones, gastos de apertura, seguros, y cualquier otra tarifa que pueda resultar de aplicación.

Es la inclusión de todos estos costes adicionales lo que hace que la TAE sea una medida más eficaz que el TIN para conocer el coste real de un préstamo o inversión.

Si una persona solicita un préstamo de 100.000 euros con una TAE del 1%, cuando termine de devolver el dinero habrá abonado 1.000 euros en conceptos de intereses y otros gastos asociados como el de constitución.

Con la TAE se puede apreciar el coste total y final de la operación, algo que no es posible con el TIN.

Diferencias entre TIN y TAE

El TIN tiene una valor meramente informativo, pero no sirve para calcular realmente cuál será el coste de la operación bancaria. Precisamente por ello, el Banco de España obliga a todas las entidades que comercialicen préstamos o inversiones, a informar sobre la TAE.

La TAE, por su parte, permite conocer el coste real de un préstamo o el rendimiento de una inversión, y comparar fácilmente entre diferentes productos.

En el mercado puede haber productos con una Tasa de Interés Nominal del 0%, pero que tengan una Tasa Anual Equivalente positiva. Se trata de una financiación sin intereses que incluye algunos gastos de gestión o apertura que el cliente deberá abonar.

La TAE y el TIN en los diferentes productos financieros

En la contratación de un depósito, el TIN indica cuál es el rendimiento básico que se va a obtener por dejar inmovilizado el dinero, pero no especifica qué comisiones o gastos de gestión se van a tener que abonar.

En los préstamos personales puede haber una importante diferencia entre TIN y TAE. Es frecuente que las entidades bancarias compitan entre sí ofreciendo préstamos a un TIN bajo, pero esto no es realmente relevante para el consumidor, porque es la TAE la que va a determinar cuánto se va a pagar por el producto contratado.

En un préstamo hipotecario, la diferencia entre TIN y TAE no suele ser tan grande como en otros productos, pero también hay que tenerla en cuenta.

La TAE de la hipoteca también incluye los gastos de constitución y gastos periódicos que debe asumir el cliente, como el seguro obligatorio frente a incendios. El resto de seguros que no tienen un carácter obligatorio, solo se sumarán a la TAE si el banco los ofrece como productos vinculados al préstamo y su contratación implica una bajada del tipo de interés aplicable.

Letra grande vs. letra pequeña

TIN y TAE deben aparecer obligatoriamente en la publicidad de productos bancarios. Es bastante común que en los anuncios el TIN aparezca en cifras grandes y llamativas, especialmente si el tipo de interés que se ofrece es atractivo. Por el contrario, la TAE suele quedar indicada al final del cartel y con letras mucho más pequeñas, para que resulte menos visible.

Esto lleva a los consumidores a cometer el error de comparar productos bancarios teniendo en cuenta únicamente el TIN, cuando lo que deberían revisar es la TAE, porque es la única tasa que tiene en cuenta todos los gastos que van asociados al préstamo.

A la hora de comparar entre productos bancarios, el consumidor final tiene que olvidarse del TIN, por atractivo que pueda parecer, y fijarse únicamente en la TAE. La Tasa Anual Equivalente siempre será superior al Tipo de Interés Nominal, pero también es mucho más fiable a la hora de hacer cálculos sobre lo que va a costar un producto bancario.

Solo hay un caso en el que TIN y TAE serán iguales, cuando los intereses se paguen tras el vencimiento del producto y haya un único pago. Si es un pago a plazos, rige la regla de TAE superior a TIN.

El simulador del Banco de España

El cálculo de los intereses y los gastos que hay que abonar por un préstamo puede llegar a complicarse. A fin de aportar mayor transparencia a las operaciones bancarias, y que los consumidores puedan saber desde el primer momento cuánto van a acabar pagando por el producto que desean contratar, el Banco de España pone a disposición de los usuarios en su web varios simuladores con los que se puede calcular la rentabilidad de un depósito, la cuota de una hipoteca o un préstamo, y también la TAE.

Además de hacer los cálculos correspondientes antes de contratar, los expertos recuerdan que es especialmente importante leer bien todo el contrato y consultar todas las dudas que puedan surgir con respecto a las cláusulas y las obligaciones que se derivan de la firma.

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