Durante la pasada década, el auge de las compañías aéreas low cost contribuyó al crecimiento del turismo a nivel europeo. Con aerolíneas cono Ryanair se podía ir y volver a Berlín por apenas 30 euros. Sin embargo, las propias empresas especializada en vuelos baratos son ahora las que hablan del fin de una era.
Desde que acabaron las medidas restrictivas por la pandemia, la demanda de vuelos nacionales e internacionales se ha disparado, pero los precios de los billetes se han multiplicado.
Ha crecido la oferta, pero la demanda de asientos ha bajado. Porque las aerolíneas se vieron muy afectadas por la falta de movilidad durante la pandemia y, en consecuencia, muchas de ellas optaron por reducir su número de aviones y también su plantilla. Ahora que la demanda de plazas para viajar ha crecido, no pueden cubrir la misma, y esto hace subir los precios de los billetes.
Otro factor que ha contribuido a este fenómeno es el encarecimiento de los costes operativos. La guerra entre Ucrania y Rusia ha incrementado drásticamente el precio del petróleo, algo que ha afectado también al sector de la aviación. Si poner un avión a volar resulta más caro, los billetes también lo serán.
Cambios en el comportamiento de los consumidores
En 2022, los datos hechos públicos por la plataforma Booking corroboraban que los viajeros españoles estaban cambiando sus hábitos.
Un 55% de los interesados en viajar aplicaban estrategias para ahorrar como visitar destinos menos masificados, viajar fuera de temporada, o hacer rutas más largas.
Un 63% de los usuarios planificaban el viaje con más antelación que antes para garantizarse mejores precios.
En 2023 estas estrategias continúan siendo efectivas para ahorrar a la hora de viajar en avión, pero no tanto como lo eran hace unos años.
Aunque la demanda de billetes de avión ha crecido, el incremento de la oferta de otras formas de transporte en formato low cost (como el tren) está provocando que muchos usuarios habituales del avión se pasen al tren para llegar a su destino.
Billetes más caros en el futuro
Los billetes de avión son más caros ahora por la coyuntura mundial, pero en un futuro su precio podría elevarse por la normativa «verde» de la Unión Europea.
Desde la Comisión Europea se están impulsando normas que abogan por la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente. Una de las medidas que está previsto poner en marcha es la imposición de tasas a los vuelos, lo que puede hacer que los desplazamientos aéreos dentro de la Unión Europea sean más caros que en la actualidad.
De nuevo, esto podría provocar un cambio en las tendencias de consumo. Si para los viajeros es más caro moverse dentro de la Unión Europea, estos podrían plantearse pasar sus vacaciones en otros destinos más económicos, como el Caribe.
No es el fin de los viajes low cost
El mercado está cambiando, pero los especialistas aseguran que no se puede hablar de un final definitivo para los billetes de avión low cost.
Es difícil que se vuelvan a ver precios como los de hace una década, pero las compañías aéreas saben que los vuelos baratos son una buena parte de su negocio, y van a intentar potenciarlo a través de ofertas y campañas de descuento que estarán más limitadas en el tiempo, pero que garantizarán unos precios ajustados.
Mientras las aerolíneas low cost se reajustan a la situación actual, competidoras como Air Europa han anunciado la ampliación de su oferta de plazas para el próximo verano.
Su objetivo es competir de forma más intensa en el mercado doméstico, incrementando un 24% su oferta de plazas en comparación con las del verano de 2022. No obstante, las rutas europeas y los vuelos de largo radio siguen conformando la mayor parte de su oferta, con más de 2 millones de asientos.