La crisis económica que comenzó con la pandemia se agravó con el conflicto entre Ucrania y Rusia. Los altos niveles de inflación que se han venido experimentando desde entonces, han puesto en apuros a muchos países a nivel mundial.
Incluso Alemania, considerada como la «locomotora de Europa», ha tenido que anunciar su entrada en recesión técnica tras dos trimestres consecutivos con descenso en su crecimiento.
Ahora le ha llegado el turno a la Unión Europea. Confirmar la recesión no ha sido sencillo, ha sido una revisión del Eurostat la que ha llegado a la conclusión de que la actividad económica cayó durante el primer trimestre, como también lo hizo en el último trimestre de 2022.
En febrero se descartó la recesión
Hace apenas cuatro meses, desde la Comisión Europea se afirmaba que este año se evitaría la recesión en el territorio de la Unión.
Paolo Gentiloni, comisario europeo de Economía, señaló entonces que los datos habían mejorado en comparación con los que se habían obtenido durante el invierno. A pesar de ello, no se esperaba que el crecimiento de la Unión Europea fuera superior al 0,8%.
La caída del consumo: culpable de la recesión
Aunque a un menor ritmo, los precios han seguido creciendo en el territorio de la UE a lo largo de este año. Situación que, unida a la constante subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), ha dado lugar a un descenso en el consumo.
Entre enero y marzo los hogares europeos consumieron un 0,3% menos, y el gasto de las Administraciones Públicas cayó un 1,6%.
También en este período cayeron las exportaciones y las importaciones. Donde sí se registraron datos positivos fue en las inversiones, que crecieron un 0,6%.
En total, el PIB del primer trimestre de la Unión Europea ha retrocedido un 0,1%. Dado que el Producto Interior Bruto también se contrajo en el último trimestre del año pasado (un 0,2%), la UE se encuentra ahora mismo en recesión técnica.
La situación en los países europeos
La economía de la zona euro se ha contraído en el primer trimestre, pero no todos los países han obtenido malos resultados.
Alemania, que anunció hace unos días que estaba en recesión, ha visto contraerse su economía algo menos que otros socios europeos. En el primer trimestre, la contracción fue del 0,3%. Sumada a la contracción del 0,5% del último trimestre de 2022, el resultado es una recesión técnica.
En el caso de España, el crecimiento del PIB durante los meses de enero a marzo fue del 0,5%, superando el crecimiento del 0,4% que se había registrado en el trimestre anterior.
La economía italiana creció un 0,6% en los tres primeros meses del año, mientras que la francesa lo hizo un 0,2%.
Las mayores contracciones del crecimiento, en comparación interanual, se han dado en Estonia, Lituania y Hungría. Con un descenso del 3,7%, 2,7% y 1,1%, respectivamente.
También en comparación interanual, España se sitúa como uno de los países de la zona euro con mayor crecimiento económico. En comparación con el primer trimestre de 2022, el PIB español creció un 3,8%. Superando así a Chipre y Malta, cuyo crecimiento ha sido de un 3,4% y un 3,2%.
Aunque los datos españoles son buenos, existe preocupación sobre cómo puede afectar a la economía nacional la recesión en Alemania, puesto que este es uno de los principales socios comerciales del país. Las ventas de España a Alemania suponen unos 37.000 millones de euros.
Que algunos de los países más fuertes a nivel económico de la Unión Europea estén en recesión, o cerca de llegar a ella, perjudica al resto, porque esto implica una baja de las exportaciones.