La economía británica, que tradicionalmente ha sido una de las más fuertes de Europa, atraviesa un momento especialmente complicado. A pesar de los esfuerzos gubernamentales realizados, la inflación sigue sin dar signos de moderación, y eso ha llevado al Banco de Inglaterra (BoE) a aplicar una nueva subida de los tipos de interés que los eleva hasta el 5%.
Las subidas de tipos de interés son una medida habitual en la lucha contra la inflación. En el ámbito de la Unión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) lleva meses revisando los tipos al alza para conseguir rebajar la inflación, y ha confirmado que seguirá haciéndolo en los próximos meses.
En el caso de Reino Unido, los tipos se han ido incrementando desde finales de 2021, pero en los últimos meses habían crecido 25 puntos básicos en cada revisión.
El anuncio del BoE de aplicar una subida de 50 puntos de una vez, ha sorprendido a muchos analistas, pero la decisión se tomó por mayoría de los miembros del Comité de Política Monetaria. Solo dos de sus miembros se manifestaron en contra de aplicar esta subida.
La inflación no da tregua
Mientras en el resto de Europa la inflación comienza a bajar lentamente, en Reino Unido los precios continúan notablemente más elevados de lo normal.
Para el mes de mayo se preveía un descenso del 0,3% con respecto a los datos del mes de abril, pero la inflación se ha mantenido al mismo nivel. En comparación interanual, los precios son ahora un 8,7% más altos que en el mismo período de 2022.
La inflación subyacente, lejos de bajar, ha subido al 7,1%, el que es su nivel más alto desde 1992.
Objetivo: una inflación del 2%
El Ministerio del Tesoro se ha marcado el reto de bajar la inflación hasta un 2%, propósito al que se ha sumado el BoE.
Andrew Bailey, gobernador de Banco de Inglaterra, pronosticó hace unas semanas una fuerte caída de la inflación este año, provocada fundamentalmente por el descenso de precios en la energía.
Los nuevos datos han llevado a los analistas a señalar que el problema de la economía británica va más allá de los altos precios de la energía. Que existen factores internos que están «empujando» los precios hacia arriba.
Ante la dificultad de alcanzar el objetivo marcado por el Ministerio del Tesoro, no se descarta que los tipos pudieran llegar al 6% en 2024, una cifra que no se alcanza desde el año 2000.
El FMI aleja el fantasma de la recesión en Reino Unido
A pesar del encarecimiento del coste de la vida en Reino Unido, su economía sigue siendo una de las más fuertes de Europa, y el Fondo Monetario Internacional (FMI) no cree que este año entre en recesión.
Los últimos datos demuestran que la demanda es resiliente, y esto podría hacer que el crecimiento, aunque moderado, fuera positivo a lo largo del 2023.
Los técnicos del FMI creen que el crecimiento se va a ver frenado por las estrictas políticas fiscales y monetarias que se están adoptando para frenar la inflación. Incluso así, se estima que el Producto Interior Bruto (PIB) podría crecer un 0,4%.
Esta senda de crecimiento continuaría en los años siguientes, con un 1% en 2024 y un 2% en 2025 y 2026.
La Unión Europea acerca sus tipos de interés al 4%
Mientras en Reino Unido los tipos ya han llegado al 5%, en la Unión Europea el plan del BCE para moderar la inflación situó lo tipos en un 3,75% el pasado mes de mayo. Marcando su nivel más alto desde octubre de 2008.
El BCE ha confirmado que seguirá aplicando medidas de este tipo hasta que la inflación llegue a su objetivo del 2%, por lo que en las próximas semanas es previsible que haya nuevas subidas.