Fabricar chips se ha convertido en una de las necesidades más acuciantes en un mundo que depende cada vez más de la tecnología.
Los semiconductores o chips son piezas esenciales para el buen funcionamiento de vehículos, videoconsolas, teléfonos inteligentes, maquinaria médica, etc.
La demanda es tan alta que los fabricantes no alcanzan a cubrirla, y este es un problema al que los países quieren dar solución.
En el caso de Europa, la Ley Europea de Chips busca darle a la eurozona un papel destacado en investigación y producción de semiconductores que sean más pequeños y rápidos.
El objetivo es aumentar la capacidad de producción hasta un 20% de aquí a 2030. Para ello, los Estados miembros de la Unión están adoptando medidas para fomentar este sector. En el caso de España, esto se pretende conseguir a través de la puesta en marcha del PERTE Chip.
¿En qué consiste el PERTE Chip?
El Proyecto Estratégico de Microelectrónica y Semiconductores, conocido comúnmente como PERTE Chip, quiere reforzar las capacidades de diseño y producción de chips en España, y hacerlo dentro de la perspectiva integral definida por la Unión Europea.
El plan está financiado con fondos Next Generation y su dotación es de 12.250 millones de euros que se van a ir invirtiendo progresivamente, junto con el capital privado que aporten las empresas.
Cuatro ejes estratégicos
Impulso a la investigación
Busca reforzar la capacidad científica del ecosistema nacional y, para ello, se va a promover la I+D+i en campos como las arquitecturas alternativas o la fotónica integrada.
Además, se contempla el lanzamiento de una línea de financiación para apoyar el IPCEI de microelectrónica y tecnologías de la comunicación de la Unión Europea. Que son proyectos de investigación y desarrollo que abarcan la microelectrónica y las tecnologías de la comunicación en toda la cadena de valor, desde los materiales hasta los procesos de fabricación.
Estrategia de diseño
El PERTE Chip incluye acciones que se dirigen a la creación de empresas fabless, que son aquellas que fabrican semiconductores pero no tienen una planta de fabricación propia para las obleas de silicio.
Estas empresas centrarán su actividad en el diseño de microprocesadores de vanguardia y en arquitecturas alternativas. Diseños que luego serán fabricados por otras empresas que sí dispongan de los medios para trabajar con las obleas de silicio.
Fabricación de microchips
Una de las líneas de trabajo más importantes dentro de este eje es la promoción de la construcción de una foundry (fundición). Una empresa especializada en la producción de semicoductores a gran escala.
Este tipo de empresas pueden abordar todo el proceso de producción de los semiconductores, desde la fabricación de las obleas de silicio hasta la producción de los chips, incluyendo las pruebas de calidad. Lo que no hacen es trabajar en el diseño.
Es la colaboración entre empresas fabless y la foundry la que permite que los chips lleguen al mercado.
Fabricación de productos electrónicos TIC
Se prevé la creación de un fondo que se encargará de financiar a las pymes innovadoras, las startups y las scaleups que incursionen en el ámbito de los semiconductores.
Además, se pondrá a disposición de la industria TIC recursos que puedan fortalecer la producción de productos electrónicos en los que los chips sean un input. De esta forma, se espera que la producción interna absorba una parte de la producción de chips en el país.
Una hoja de ruta dividida en siete pasos
El sector del diseño y la fabricación de semiconductores es muy novedoso, y para garantizar el éxito el PERTE Chip se ha dividido en siete pasos básicos:
- Trabajo a largo plazo. Este es un sector con una gran complejidad técnica, por lo que el apoyo público y las iniciativas privadas tienen vocación de permanencia.
- Priorización. Las inversiones serán elevadas pero muy concretas, para asegurar un mayor impacto en la cadena de valor global.
- Avance en etapas. A fin de mitigar el riesgo tecnológico que supone el diseño y producción de chips, se da especial importancia a las fases de planificación financiera y técnica.
- Liderazgo técnico. El PERTE va a gestionarse desde una perspectiva totalmente técnica dada la complejidad tecnológica de los semiconductores.
- Colaboración público-privada. Se impulsará la colaboración entre Administraciones Públicas, la industria, las universidades y los centros de investigación.
- Carácter integrado. El proyecto abarca toda la cadena de valor y se complementa con otros PERTES.
- Alineamiento con la Ley Europea de Chips. El desarrollo de la industria del chip en España está orientado a la consecución de los objetivos marcados a nivel europeo, y complementará a las iniciativas que se están poniendo en marcha en otros Estados.
El previsible impacto económico
Se espera que el desarrollo del sector de los semiconductores en España contribuya de manera importante al desarrollo económico del país, cree empleo y aumente la competitividad de la industria española.
Además, la fabricación de chips en territorio nacional beneficiará especialmente a uno de los principales consumidores de este producto: el sector de la automoción, donde España tiene una posición destacada a nivel europeo y mundial.
El objetivo es reducir la dependencia de Asia
Más allá de los beneficios que tiene el desarrollo de un sector económico con tanta proyección de cara al futuro como lo es de la fabricación de los semiconductores, el interés de Europa y Estados Unidos en los chips transciende lo económico.
La mayor parte de la producción de semiconductores se concentra en Asia, especialmente en China, Japón, Corea del Sur y Taiwán. Una crisis en esta región podría dejar al mercado occidental sin acceso a los chips, y eso es algo que se quiere evitar a toda costa.
Las propias empresas fabricantes están optando por diversificar su producción. Es el caso de Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), que ya cuenta con presencia en Estados Unidos.
Por otro lado, las empresas estadounidenses líderes en diseño y fabricación de chips también comienzan ya a extenderse por Europa. La californiana Broadcom va a ser una de las primeras en tomar parte en el PERTE Chip. Ha anunciado una inversión de 900 millones de euros para abrir una fábrica en España.