En mayo, IBM anunciaba que en cinco años un 30% de sus puestos de trabajo estarán «ocupados» por la Inteligencia Artificial (IA).
En Hollywood, los actores han decidido sumarse a la huelga que los guionistas mantienen desde hace semanas, al saber que la industria evalúa la posibilidad de sustituirles por creaciones generadas mediante IA.
En China ya está trabajando Ren Xiaorong, una presentadora de noticias totalmente virtual, que pude hacerse cargo ella sola del canal 24 horas.
Periodistas, guionistas, actores, asistentes legales, matemáticos, administrativos, diseñadores gráficos… muchos profesionales sienten de un tiempo a esta parte que su futuro profesional puede estar en peligro. Porque la Inteligencia Artificial es capaz de hacer muchos trabajados de una manera más rápida y eficiente que un ser humano.
Es cierto que no es perfecta, pero tiene mucho margen de mejora y podría llegar a cubrir un amplio número de puestos de trabajo en muy poco tiempo.
El impacto de la IA en los empleos actuales
En 2022, la Fundéu eligió como palabra del año «inteligencia artificial». En aquel momento ya se empezaba a hablar mucho de este fenómeno, pero el interés se disparó a comienzos de 2023.
El uso masivo de IA como ChatGPT ha llevado al gran público a descubrir una herramienta que puede ser una potencial aliada tanto a nivel profesional como a nivel personal, pero que también supone una amenaza.
A día de hoy, la Inteligencia Artificial ya está teniendo un impacto significativo en el trabajo. Se encarga de asumir tareas rutinarias y repetitivas, liberando carga de trabajo a los empleados, y permitiendo que estos pueden centrarse en tareas de mayor valor agregado.
Por ejemplo, en lugar de invertir tiempo en crear un memorando interno, se puede encomendar esta tarea a un sistema de IA, que lo tendrá listo en apenas un minuto.
A un nivel más técnico, dentro de la industria de las manufacturas los robots que funcionan con IA realizan labores de ensamblaje y manipulación a un ritmo mucho mayor del que podría hacerlo un ser humano.
Enfoque en actividades de mayor valor
Que la IA se centre en tareas rutinarias permite a los seres humanos desarrollar aquellas tareas que requieren habilidades puramente humanas que la tecnología no puede imitar. Son tareas que le aportan un mayor valor agregado a las compañías, e influyen positivamente en su rentabilidad.
Si la Inteligencia Artificial se encarga de recopilar y analizar datos, los humanos pueden dedicar más tiempo al estudio de los mismos y a tomar decisiones estratégicas totalmente informadas.
Esto está llevando a un cambio en el paradigma de la responsabilidades laborales. Hay tareas que ya no forman parte de ciertos puestos de trabajo, y están llegando responsabilidades nuevas.
LA IA como fuente de empleo
La tecnología siempre ha producido cambios en el mundo laboral, y la gran mayoría de ellos han provocado incertidumbre entre los trabajadores.
Los operarios de las fábricas del siglo XIX pensaban que se iban a quedar sin trabajo cuando llegaron las primeras máquinas de ensamblaje. Y quienes realizaban labores administrativas en los años 80 del siglo XX también sintieron cierto temor por su puesto de trabajo cuando empezaron a utilizarse los ordenadores. La forma de trabajar cambió, pero no desaparecieron los puestos de trabajo.
Además, asociadas a las nuevas tecnologías siempre llegan nuevas oportunidades. Tras la implantación de las máquinas de ensamblaje en las factorías, empezaron a ser necesarios mecánicos especializados en su mantenimiento y reparación. Con la llegada de los ordenadores, se hizo imprescindible para las empresas contar con la ayuda de profesionales especializados en el mantenimiento de equipos informáticos.
En el caso de la Inteligencia Artificial, su llegada implica también la aparición de nuevas posibilidades de empleo. Ahora hay demanda de puestos de trabajo que no existían hace tan solo una década, como ingenieros de desarrollo e implementación de IA, especialistas en ética de la Inteligencia Artificial, expertos en ciberseguridad asociada a la IA, e incluso creadores de prompts (los prompts son las órdenes que se le dan a la Inteligencia Artificial para que haga lo que el usuario desea).
Desafíos que genera la IA en el ámbito empresarial
Los expertos en tecnología creen que el desarrollo y normalización de la IA en la sociedad es uno de los mayores retos a los que se ha enfrentado el ser humano en los últimos años.
Es obvio que genera una serie de riesgos a nivel laboral, ético, social y hasta económico que deben gestionarse de una manera adecuada. Precisamente por ello, existe un importante debate sobre si debería regularse su uso y cómo debería ser esa regulación.
A nivel empresarial, uno de los grandes retos asociados al uso de la IA es la protección de datos que deben aplicar las empresas. Porque los sistemas de Inteligencia Artificial se nutren de datos para poder mejorar su rendimiento y, a día de hoy, no existe una regulación clara sobre este tema.
Por otro lado, la entrada de la IA en el entorno laboral está generando una sensación de incertidumbre entre los empleados, que temen ser reemplazados por ella. En este sentido, ya hay empresas implementando políticas y programas de apoyo que incluyen la reconversión laboral de aquellas personas cuyas funciones pueden ser asumidas en su totalidad por un sistema de Inteligencia Artificial.
Otro tema que preocupa es la desigualdad de ingresos y en el acceso al empleo. La IA está asumiendo tareas rutinarias que, normalmente, se llevan a cabo en los estratos más bajos de la organización, por los trabajadores de base que cuentan con menos cualificación. Mientras que está impulsando el desarrollo de puestos para los que se requiere una cualificación mucho mayor, y con un salario bastante más alto.
A medio plazo, esto podría aumentar las desigualdades sociales. Como solución, los expertos abogan por poner ya en marcha políticas de capacitación y de oportunidades de empleo, para aprovechar el talento de aquellas personas que ahora mismo ocupan puestos que acabará por asumir una IA.
La Inteligencia Artificial avanza a un ritmo imparable y está provocando muchos cambios que es necesario gestionar desde diferentes ámbitos. Para los especialistas, una adecuada capacitación de los empleados y de las nuevas generaciones es la clave para aprovechar al máximo las oportunidades que brinda esta tecnología y garantizar un futuro laboral que sea sostenible y equitativo.