2023 no está siendo un buen año para la economía china. Las previsiones auguraban una mejora de los datos tras el levantamiento definitivo de las medidas para paliar los contagios de Covid-19, pero no ha sido así.
El sector de las manufacturas, uno de los más importantes, se contrajo en julio por cuarto mes consecutivo. Los servicios y otros sectores no corrieron mejor suerte y también están a la baja.
El país creció un 6,3% durante el segundo trimestre del año, por debajo del 7,3% que habían vaticinado los especialistas.
La reactivación económica no avanza a buen ritmo
El crecimiento de la economía china estuvo parado entre 2021 y 2022 a causa de la pandemia. Los importantes brotes de Covid-19 que experimentó la población del país obligaron a adoptar medias estrictas que paralizaron la producción.
Los expertos esperaban que, tras la desaparición de las medidas de contención, la segunda economía del mundo volviera a crecer con rapidez.
China creció un 4,5% durante el primer trimestre del año. Datos que fueron muy bien recibidos por los mercados, ya que demostraban que el gigante asiático podía retomar la senda del crecimiento.
Sin embargo, durante el segundo trimestre ese crecimiento no ha sido tan elevado como decían las predicciones, y esto ha despertado la preocupación.
Baja el consumo en China
El Índice de Precios al Consumo (IPC) creció un 0,7% interanual en el período de enero a junio. Muy por debajo de lo que lo ha hecho en otros lugares. Sin embargo, ha sido suficiente para provocar una contracción del consumo interno.
En mayo las ventas al por menor se redujeron un 12,7% con respecto al mes de abril, y en junio volvieron a caer un 3,1% con respecto a las de mayo.
La caída de las manufacturas, uno de los principales motores económicos del país, es una de las causas más importantes de que la economía no haya crecido lo que se esperaba.
La manufactura china se contrajo en abril por primera vez en todo 2023, pero volvió a hacerlo también en mayo, junio y julio.
Con menos manufacturas, también se han producido menos exportaciones. En junio, China exportó un 8,3% menos de productos que en el mismo período del año pasado.
El nivel de empleo también se está viendo afectado por la situación. A finales de junio, un 21% de los jóvenes de entre 16 y 24 años no tenían trabajo.
Bajadas de los tipos de interés
Mientras que en Europa y Estados Unidos los bancos centrales han adoptado una política de subida de los tipos de interés para contener el consumo y controlar la inflación, en China han elegido la política contraria.
Su inflación se mantiene en niveles estables, por lo que el Banco Popular de China ha recortado los tipos de interés. Lo que se busca es que la financiación sea más barata y accesible, a fin de impulsar el consumo.
Recorte en las previsiones a nivel internacional
Los datos económicos obtenidos por China en los últimos meses han llevado a los expertos a hacer revisiones a la baja del crecimiento de su PIB.
Goldman Satch ha rebajado su previsión de crecimiento en 2023 de un 6% a un 5,4%, y la de 2024 hasta el 4,5%. También los economistas de UBS Investment Bank y de Nomura Holdings creen que el crecimiento estará en torno al 5%, sin llegar en ningún caso al 5,5%.
El Gobierno chino ya se había mostrado cauteloso al respecto y se mantienen inamovible en su previsión de crecimiento del PIB de un 5% para este año.
Lo que se espera ahora es que se anuncien medidas que contribuyan a reactivar la economía china, pero por el momento el Gobierno no ha dado ninguna pista sobre qué podría hacer.