El euríbor, principal índice de referencia de las hipotecas a tipo variable, cerró el mes de julio en un 4,15%. Alcanzando su nivel más alto desde noviembre de 2008, justo después de producirse la quiebra de Lehman Brothers y antes del comienzo de la crisis mundial.
Julio ha sido el segundo mes consecutivo en el que el indicador ha estado por encima del 4%, y los expertos no creen que vaya a producirse una bajada significativa en los próximos meses.
En solo un año, el índice ha subido del 0,992% que marcaba en julio de 2022, al 4,149% con el que ha cerrado julio de 2023. Multiplicándose un total de 4,5 veces en tan solo 12 meses.
Subida acorde a los tipos de interés
La subida del euríbor ha ido de la mano de la subida de tipos de interés que viene aplicando el Banco Central Europeo (BCE) como medida para frenar la inflación.
En la última reunión del BCE los tipos subieron un cuarto de punto, hasta llegar al 4,25%. La propia institución ha avanzado que antes de que finalice el año llegarán nuevos incrementos, puesto que la inflación subyacente todavía está muy lejos del objetivo del 2% que se ha marcado para ella.
La subida de los tipos de interés provoca la subida del euríbor y encarece la cuota mensual en cada revisión. Una hipoteca media de 150.000 euros a 30 años, cuesta ahora casi 3.000 euros más al año.
Las que más van a sufrir las consecuencias de la nueva subida del euríbor van a ser las hipotecas que se actualicen en agosto y septiembre, puesto que muchas de ellas tendrán como referencia el dato de julio.
Incertidumbre respecto al futuro
Los economistas no tienen claro qué puede pasar de aquí a unos meses. En agosto no habrá reunión del BCE y todo depende de lo que ocurra en la de septiembre.
Si el Banco Central Europeo decide dar un respiro a la economía y no subir los tipos, el euríbor podría estabilizarse en torno a un 4%. Por el contrario, si suben los tipos, el índice podría llegar al 4,5% antes de que finalice el año, y no se descarta alcanzar un 5% en los siguientes meses.
Cae la firma de hipotecas
La subida del euríbor, y el endurecimiento de las condiciones por parte de los bancos para acceder al crédito, están empujando la firma de hipotecas a la baja.
En abril, el número total de operaciones hipotecarias cerradas en todo el territorio español no llegó a las 28.000, lo que supone una caída del 18,3% en comparación interanual.
Según la información hecha pública por el Instituto Nacional de Estadística (INE), los préstamos hipotecarios a tipo fijo están perdiendo terreno frente a los variables. Casi un 40% de las nuevas hipotecas firmadas ya lo son a tipo variable.
La compraventa de viviendas acumula seis meses de bajadas, y la subida de precios empieza a moderarse. A pesar de ello, según la Sociedad de Tasación, el precio de la vivienda seguirá alto en el segundo semestre del año.
El precio que más se modera es el de las viviendas de segunda mano. Ahora que se tarda más tiempo en vender una casa, los vendedores están más dispuestos a negociar el precio, y eso está produciendo ligeros cambios en el mercado.
Por el contrario, el precio del alquiler sigue al alza. Ha subido una media del 9,3% en un año y alcanza un nuevo máximo, con una media de 11,9 euros por metro cuadrado. De mayo a julio, los alquileres subieron un 0,9%.
Se estima que cerca de un 45% de las personas que viven de alquiler están en riesgo de pobreza, siendo esta la cifra más alta de la Unión Europea.