Fitch Ratings ha vuelto a rebajar el nivel de calificación de la deuda de Estados Unidos, que pasa de AAA a AA+. El estancamiento de la economía estadounidense durante la pasada primavera es el principal argumento dado por la agencia de calificación.
Estados Unidos tiene uno de los sistemas financieros más fuertes a nivel mundial, y parte de esa fortaleza se deriva de la creencia de que siempre dispondrá de dinero suficiente para hacer frente a sus deudas.
Pero la rebaja en su calificación crediticia puede dificultarle al país el acceso al crédito a nivel internacional, y esto podría tener consecuencias dentro y fuera de sus fronteras.
Consecuencias en los mercados
En 2011, Standard and Poor’s rebajó la calificación crediticia de Estados Unidos por primera vez en su historia. Entonces, las consecuencias a nivel bursátil tardaron unos días en hacerse patentes, pero finalmente se produjo una importante caída en la bolsa y algunos de los valores tardaron más de seis meses en recuperar los niveles anteriores a la decisión de la agencia.
En esta ocasión, los expertos esperan que la experiencia juegue a favor del mercado de valores y las acciones no caigan tanto como en la ocasión anterior. Y que, en caso de hacerlo, la recuperación sea más rápida. Porque ahora los inversores saben que una rebaja en la calificación crediticia no implica directamente que Estados Unidos vaya a dejar de cumplir con sus obligaciones financieras.
De hecho, algunos especialistas creen que la decisión de la agencia Fitch apenas tendrá repercusión en los mercados.
Son los mercados europeos los que peor han reaccionado ante esta situación, con una bajada en el índice regional de referencia que ha cerrado su caída más importante en casi cuatro semanas.
Las razones de Fitch para rebajar la calificación crediticia
Además de los tibios resultados económicos logrados por el país en el último trimestre, los retrasos en la negociación sobre el techo de deuda también han influido en la decisión de la agencia.
Sus responsables han manifestado que el deterioro fiscal esperado para los próximos tres años, y una deuda que cada vez es más alta, han llevado a adoptar esta decisión.
El habitual enfrentamiento entre republicanos y demócratas se ha intensificado en los últimos meses por el límite de deuda, y es la falta de acuerdo en este tema una razón de peso que empuja la calificación crediticia del país hacia abajo.
Posible incidencia en el cierre de gobierno
Los analistas estadounidenses llevan semanas hablando de un posible cierre de gobierno en el país a principios de otoño, si no hay un acuerdo entre republicanos y demócratas en materia de recortes y límite de deuda.
Para los expertos, la rebaja de la calificación crediticia de EEUU podría dar un argumento a los republicanos (que ahora tienen mayoría en el Congreso) para endurecer sus peticiones en materia de recortes.
Los cierres de gobierno no suelen tener importantes repercusiones económicas a largo plazo, porque su efectos se diluyen en cuanto todo vuelve a la normalidad. Sin embargo, con la inflación en tasas muy elevadas y la reactivación del cobro de impuestos federales en zonas que se habían visto afectadas por desastres, el impacto podría ser algo mayor en esta ocasión.
A nivel particular, los consumidores pueden tenerlo un poco más complicado para acceder al crédito, ya que los bancos podrían endurecer las condiciones de concesión como consecuencia de la rebaja de la calificación crediticia de Estados Unidos.
La respuesta del Gobierno
La Administración de Joe Biden lleva semanas exhibiendo los buenos datos económicos obtenidos en lo que va de año, y la decisión de Fitch no ha sido una buena noticia.
La secretaria del Tesoro estadounidense se ha apresurado a afirmar que la agencia se ha basado en datos antiguos. Reafirmando que la decisión de rebajar la calificación crediticia no afecta a la confianza de los estadounidenses y los inversores.