Sumando tarjetas de crédito y de débito, en España había un total de 88 millones de estas herramientas de pago en 2022, y su número continúa subiendo.
Aplicando un ratio tarjetas-población, se puede comprobar que solo es posible llegar a una cifra tan elevada si hay muchas personas que tienen varias en su cartera. Sin embargo, los especializas en finanzas personales advierten que esto no es una buena idea.
El número «perfecto» de tarjetas que debería tener cada cliente bancario es de tres. Un par de tarjetas de débito para el día a día, y otra de crédito para cuando su uso sea absolutamente necesario.
¿Por qué llevar más de una tarjeta de débito en la cartera?
La tarjeta es un medio de pago muy útil, pero se puede llegar a estropear.
A todo el mundo le ha ocurrido en alguna ocasión pasar la tarjeta por un lector y que dé algún tipo de error. Puede ser que el dispositivo se haya estropeado definitivamente y haya que reponer la tarjeta, o que trate de un fallo puntual. En cualquier caso, si no se cuenta con dinero en efectivo, o no se tiene otra tarjeta en la cartera, no será posible hacer el pago, y esto puede suponer un gran inconveniente.
Por otro lado, nadie está exento de perder una tarjeta, o de que los datos de la misma se hayan visto comprometidos por una acción de phishing. En una situación de este tipo hay que cancelar la tarjeta afectada y, mientras llega una nueva, puede ser complicado afrontar el día a día si no se tiene otra disponible con la que seguir operando para hacer compras o sacar dinero en efectivo en un cajero automático.
La tarjeta de crédito es mejor dejarla en casa
La tarjeta de crédito puede llegar a ser muy útil para hacer ciertas compras, pero los especialistas en finanzas personales aconsejan no llevarla en la cartera salvo que se sepa seguro que se va a hacer uso de la misma.
Este modo de pago permite comprar a crédito. Es decir, con un dinero que no se tiene y que luego hay que devolver.
Los intereses asociados a las tarjetas de crédito son bastante elevados y, precisamente por ello, se recomienda no abusar de su utilización.
Es importante leer los términos de contratación, porque estas tarjetas suelen ofrecer servicios adicionales que los consumidores desconocen.
Por ejemplo, muchas tarjetas tienen un seguro de viaje asociado del que se puede disfrutar si el pago de las vacaciones se hace con las mismas.
Una buena forma de controlar el gasto que se hace con tarjetas de crédito y evitar el sobre endeudamiento, es escoger la modalidad de pago total al mes siguiente. En lugar de fraccionar el importe pagado con la tarjeta, este se abona de una sola vez. La gran ventaja es que los bancos no suelen cobrar intereses en estos casos.
Conseguir que las tarjetas no salgan caras
Las tarjetas de crédito y de débito son muy útiles, pero es habitual que tengan un coste asociado.
Conviene leer muy bien las condiciones de contratación para saber si el banco va a cobrar algo por la expedición o mantenimiento de la tarjeta.
En algunos casos la tarjeta sale gratis si se cumplen ciertas condiciones, como realizar un determinado número de compras con ellas cada mes.
Pero también hay entidades que, directamente, no cobran nada a sus clientes por tener sus tarjetas.
Lo que recomiendan los expertos es revisar bien las tarjetas que se tienen activas, y quedarse solo con dos o tres. El resto, es conveniente cancelarlas.
Con menos medios de pago, resulta más sencillo hacer una gestión efectiva de las finanzas personales.