Entre 2008 y 2020 se produjeron en España más de un millón de desahucios. De los cuales, el 32% tuvieron su causa en una ejecución hipotecaria.
Durante la crisis de 2008 muchas personas perdieron su empleo y, con él, las posibilidades de seguir pagando su vivienda. Esto generó una ola de malestar social que acabó generando el nacimiento de entidades como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca.
Los bajos tipos de interés de la última década han hecho que el número de ejecuciones hipotecarias descienda. Aunque ahora el euríbor vuelve a estar en tipos muy altos, el índice de morosidad en el pago de los préstamos hipotecarios se mantiene bajo. Pero aún así, se han tomado medidas para evitar que pueda repetirse una situación como la de 2008.
El Código de Buenas Prácticas
El Banco de España ha creado un Código de Buenas Prácticas (CBP) que recoge pautas para ayudar a personas que tienen problemas para hacer frente al pago de su hipoteca.
Es una medida a la que los bancos pueden adherirse voluntariamente, y que cuenta ya con más de 50 entidades adscritas. Entre ellas la gran banca: BBVA, Banco Santander, Bankinter, Banco Sabadell, Unicaja y CaixaBank.
El CBP no es una novedad, porque ya en 2012 se estableció uno, pero el cambio de las circunstancias en la última década hacía necesarios algunos ajustes.
La nueva versión tiene prevista una vigencia de dos años, y su objetivo principal es aliviar el impacto que la subida de tipos que viene aplicando el Banco Central Europeo (BCE) está teniendo sobre las hipotecas.
¿Quién puede beneficiarse del CBP?
Aquellos hogares que se considere que están en una situación vulnerable con respecto al pago de la hipoteca.
Personas que hayan suscrito una hipoteca antes del 31 de diciembre de 2022, cuya renta anual no supere los 29.400 euros, y que tengan una carga hipotecaria que supere el 30% de su renta y que haya subido un mínimo del 20%.
En cuanto a la propiedad hipotecada, el valor de la misma no puede superar los 300.000 euros.
Lo que se busca es ayudar a quienes puedan tener problemas con el pago de su hipoteca, para evitar en la medida de lo posible que haya que recurrir a la ejecución hipotecaria.
Ayudas que se pueden recibir
La ayuda que pueden prestar las entidades bancaria a sus clientes con dificultades para pagar un préstamo hipotecario son básicamente tres: reestructuración de la deuda, aplicación de una quita, dación en pago.
Reestructuración de la deuda
Es la medida que más se pone en práctica. Consiste en hacer una modificación en las condiciones de pago de la hipoteca para que sean más accesibles y se adapten mejor a la situación económica del deudor.
Algunas de las alternativas son la ampliación del plazo de amortización, que permite que el cliente rebaje el importe de su cuota mensual, o el paso de una hipoteca de tipo variable a una de tipo fijo.
Quita
Es una reducción en el importe adeudado. El banco «perdona» a su cliente una parte de la deuda, y esto hace que el importe mensual a pagar se pueda reajustar a la baja.
Dación en pago
Si la situación del deudor no permite hacer frente al pago del préstamo por muchos ajustes que se hagan, este tiene la opción de dar la vivienda en pago. El banco se queda con la propiedad, y la deuda se cancela totalmente.
Los interesados en acogerse al CBP deben consultar si su entidad está adherida al mismo. En caso de ser así, tienen que solicitar su aplicación antes del 31 de diciembre de 2024.