El mes de agosto trajo sorpresas para los consumidores: el aceite de oliva, esencial en la dieta mediterránea, ha experimentado un aumento de precio del 52,5% en comparación con agosto del año anterior, representando la mayor alza en dos décadas. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE), este aumento fue del 8,7% solo comparando con el mes anterior.
En un análisis a más largo plazo, el ‘oro líquido’ ha duplicado su precio desde marzo de 2021, alzándose un 114,8%. Esta tendencia al alza inició en abril de 2021 con un leve aumento interanual del 2%, y ha continuado sin cesar, reportando incrementos mensuales de dos dígitos desde entonces.
¿A qué se debe este aumento en el precio del aceite de oliva?
La pregunta obligada es: ¿a qué se debe este aumento? Los productores señalan directamente a las condiciones climáticas. Las sequías han mermado las cosechas por segundo año consecutivo, afectando directamente la producción y no logrando satisfacer la demanda del mercado.
El comportamiento mensual refuerza esta tendencia, ya que de los últimos ocho meses, siete han registrado incrementos en el precio. De hecho, en agosto, el coste para los consumidores españoles fue 8,7% superior al del mes anterior.
Por otro lado, en relación al consumo, a pesar del aumento de precio, el año 2022 registró una cifra promedio de 22,1 litros de aceite de oliva por hogar, solo superada en el 2018. Sin embargo, el coste promedio por hogar en 2022 fue de 97,7 euros, un aumento de 20,1 euros comparado con el 2021. Esto refleja que, a pesar de la crisis y los efectos de la pandemia en 2020, el aceite de oliva sigue siendo un componente esencial en la mesa de los españoles.