Una de las medidas puestas en marcha durante la pandemia de Covid-19 fue la moratoria concursal. A través de ella, se suspendía para las empresas la obligación de solicitar concurso de acreedores en determinados casos.
Aunque en principio esto iba a ser algo muy puntual, al final la suspensión se mantuvo en vigor hasta el 30 de junio de 2022. Momento desde el cual se han disparado las quiebras de empresas en España.
De las perspectivas a la realidad
Tras el levantamiento de la media, los expertos vaticinaron un notable aumento de los concursos voluntarios. Aquellos que son solicitados por deudores que han devenido insolventes. Pero también de los concursos necesarios, solicitados directamente por los acreedores de esos deudores que ya no pueden pagar.
Algo más de un año después, las cifras se han disparado. Según datos de Eurostat (la oficina estadística de la Comisión Europea), en el tercer trimestre de 2022 las declaraciones de quiebra aumentaron un 19,5% con respecto al trimestre anterior, y en los últimos tres meses del año lo hicieron un 7,4%.
En el primer trimestre de 2023 las quiebras de empresas españolas se redujeron un 2,1% con respecto a los datos de finales de 2022, pero el segundo trimestre de 2023 ha reflejado un crecimiento del 19,9% en las empresas que se acogen al concurso de acreedores.
Un fenómeno a nivel europeo
Lo que ocurre en España se está repitiendo en otros lugares. De hecho, el país ocupa el cuarto puesto en el ranking de los Estados Miembros que más quiebras empresariales registran.
A nivel global, la Unión Europea suma seis trimestres consecutivos de subida en las quiebras, habiendo alcanzado niveles que no se registraban desde el primer trimestre de 2015.
Bruselas ha hecho especial hincapié en el crecimiento de este fenómeno en España, argumentando que detrás de esta situación hay factores como la retirada definitiva de las ayudas por la pandemia, o el levantamiento de la moratoria concursal.
Por sectores, los concursos de acreedores crecen en prácticamente todos, pero están encabezados por las hostelería, seguida del sector del transporte y el almacenaje, educación y sanidad.
A nivel europeo, han crecido especialmente las quiebras en los sectores dedicados a los servicios de alojamiento y restauración, así como en el sector de transporte y almacenaje. El único sector que registra bajadas en el número de quiebras es el de la construcción.
Menos empresas de nueva creación
Aumenta el número de empresas en quiebra, pero no remonta el número de entidades constituidas. Durante el segundo trimestre de 2023, la constitución europea de empresas se contrajo un 0,6% con respecto a los meses de enero a marzo.
En el caso concreto de España, el número de nuevas empresas creadas durante el segundo trimestre se redujo un 1,4% en el segundo trimestre, después de haber crecido un 7,9% en los primeros meses del año.
Desde el cuarto trimestre de 2019, el número de nuevas sociedades constituidas en España solo ha crecido un 16%.
El bajo nivel de creación de nuevas empresas, unido al rápido aumento del número de empresas en quiebra, sitúa a España en una situación peor que en el año previo al inicio de la pandemia. Con 2.700 empresas menos inscritas en la Seguridad Social.
Cierres extraconcursales
Al margen de los datos de Eurostat, los especialistas remarcan que existen un gran número de empresas que han cerrado y no constan en estas estadísticas porque no han pasado por un procedimiento concursal.
Por otro lado, los expertos también señalan que las condiciones adversas imprevisibles que se han vivido en los últimos años tienen una fuerte incidencia en el devenir de las empresas, y que esperan que los datos de quiebras puedan baja a medida que todo se normalice.