La posible implantación de peajes en las autovías de todo el país de cara al año 2024 ha estado en el centro de la polémica durante los últimos meses. Incluso tuvo un papel relevante en la pasada campaña electoral.
La posibilidad de llevar a cabo esta medida estaba recogida en el Plan de Recuperación que el Gobierno tuvo que presentar ante la Comisión Europea para poder acceder a los Fondos Next Generation aprobados como consecuencia de la pandemia de Covid-19.
La idea es que los peajes empezaran a funcionar en 2023, pero en su momento se pidió una moratoria que fue aprobada.
Lo que se sabía hasta ahora es que el plazo vencía el próximo año, y se iba a tener que implantar un sistema que llevara a cabo un cobro a todos los usuarios de las autovías cada vez que circularan por ellas. Pero es posible que esto no se convierta en una realidad.
España pide a Bruselas que se olvide de los peajes
Moncloa se había comprometido con la Unión Europea a elaborar una Ley de Movilidad Sostenible, norma que estaba en pleno proceso de elaboración cuando se disolvieron las Cortes.
Es precisamente este texto el que hacía referencia de forma oficial a la creación de un sistema de pago por el uso de la red de autovías a partir del próximo año.
Ahora, el Gobierno en funciones ha solicitado a la Comisión Europea que se excluya del Plan de Recuperación la introducción de peajes en autopistas y autovías a partir de 2024.
La petición está en proceso de negociación y se mantiene el optimismo respecto a que la Comisión acepte esta petición.
Raquel Sánchez, ministra de Transportes en funciones, ha señalado que las condiciones que existían en el momento en que se presentó la medida no son las mismas que hay en la actualidad, lo que justifica la petición de cambio.
Propuestas alternativas
La implantación de los peajes era condición indispensable para poder acceder al quinto tramo de las ayudas europeas, unos 8.000 millones de euros.
No cumplir este compromiso podría dar lugar a que la cantidad finalmente entregada por la UE a España fuera inferior a la pactada.
Para que esto no suceda, se están buscando alternativas que fomenten la sostenibilidad en la movilidad, como promocionar el transporte público y ferroviario.
Potenciación de las autopistas ferroviarias
El plan alternativo para conseguir un transporte más sostenible de personas y de mercancías pasa por potenciar la red ferroviaria en todo el país, creando lo que se conoce como autopistas ferroviarias.
El pasado mes de junio, el Ministerio de Transportes lanzó la segunda convocatoria de ayudas de eco-incentivo ferroviario para equilibrar el reparto modal y darle más peso al tren.
Por otro lado, Adif está desarrollando 26 proyectos para impulsar el transporte ferroviario en las conexiones intermodales con los puertos.
Se espera, además, que España reciba 95,5 millones de euros de la Unión Europea para potenciar el Corredor Atlántico a su paso por el País Vasco y el Corredor Mediterráneo a su paso entre Castellón y Vandellós.
Entre las autopistas ferroviarias que ya están en funcionamiento, la de Barcelona es una de las más importantes, con 12 trenes a la semana. La de Valencia-Madrid está en proceso de finalización y se pondrá en marcha en los próximos meses, mientras que la de Algeciras-Zaragoza podría estar lista para empezar a operar en 2024.
Además, se han firmado nuevos proyectos de desarrollo de autopistas ferroviarias para el transporte de mercancías, como la que unirá Madrid y Huelva, y que con el tiempo se prolongará hasta Zaragoza.