Los fondos europeos aprobados durante la pandemia para ayudar a los Estados a recuperarse de los efectos económicos de la COVID-19, se han ido entregando en diferentes partidas, a medida que los países han ido cumpliendo las condiciones establecidas en sus planes de recuperación.
En el caso de España, la Comisión Europea aprobó a principios de esta semana una adenda al plan de recuperación que permite acceder a otros 93.500 millones de euros. De los cuales, un 90% se van a recibir en forma de préstamos con condiciones favorables.
A cambio, el Gobierno se ha comprometido a poner en marcha 18 nuevas reformas, y se han pactado modificaciones en 52 de las medidas recogidas originariamente en el plan de recuperación.
Sin peajes en las autovías españolas
La Unión Europea ha asumido un gran compromiso para promover la movilidad sostenible y, por ello, en un primer momento el plan de recuperación español hacía mención a la implantación de peajes en todas las autopistas y autovías del país. Medida que pretendía incentivar el uso del transporte público y la adquisición de vehículos más ecológicos.
Este tema causó una gran polémica y fue uno de los focos de debate en la pasada campaña electoral. Hasta el punto en que el propio director de la Dirección General de Tráfico tuvo que confirmar públicamente que la posibilidad de que hubiera peajes en las principales vías españolas a partir de 2024 estaba recogida, efectivamente, en el plan de recuperación.
Tras la aprobación de la adenda por parte de la Comisión Europea (todavía tendrá que ser aprobada por el resto de socios europeos), desaparece totalmente la idea de implantar peajes en las carreteras españolas.
A cambio, España se compromete a impulsar otros transportes más sostenibles, como los corredores ferroviarios para mercancías.
Para Bruselas, este ajuste es aceptable porque se ha producido un cambio en las circunstancias desde que la medida de los peajes se recogió en el plan de recuperación hace dos años. Con el combustible en precios cada vez más altos y la inflación en niveles elevados, se ha considerado que no es viable exigir más sacrificios económicos a los ciudadanos para poder desarrollar su día a día.
Subvenciones y préstamos
De la cantidad preasignada para España en los fondos europeos, una parte se recibiría en subvenciones y otra a través de préstamos.
En su momento, se decidió acceder en primer lugar a las subvenciones, de las que ya se han recibido un total de 69.500 millones de euros.
Con la aprobación de la adenda, España podrá acceder a 83.500 millones de euros en préstamos, a los que se suman otros 7.700 millones de euros en subvenciones.
España es el único socio europeo que ha recibido ya tres pagos procedentes de los fondos, a pesar de que este año no ha solicitado ninguno.
Nuevo calendario para los desembolsos
Con el nuevo calendario marcado para las entregas de los fondos, España recibirá hasta 25.600 millones de euros en 2024.
Cifra que aumentará hasta los 44.600 millones de euros en 2025, y que en 2026 será de 44.300 millones de euros.
Aunque en un principio estaba previsto que estas cantidades se recibieran en un único pago cada año, con la nueva adenda se abre la posibilidad de que la cantidad se reparta en dos pagos al año. Además, los créditos irán ganando cada vez más peso sobre las subvenciones en las partidas de ayuda.
Por otro lado, España puede recibir una prefinanciación de 1.400 millones de euros del programa REPowerEU, que quiere impulsa la desvinculación de los combustibles fósiles en el periodo que transcurrirá hasta 2030.