La pandemia estimuló el ahorro de una forma que no se había visto en décadas. Tras la vuelta a la normalidad, y con la llegada de altos niveles de incertidumbre al mercado entre cuyas causas se encuentra una elevada infracción, muchos hogares se han visto en la necesidad de hacer uso de sus ahorros. Como consecuencia, la retirada de depósitos bancarios está siendo más rápida en lo que va de año de lo registrado en épocas anteriores.
Tras unos meses de moderación, la inflación volvió a remontar durante el pasado verano, cerrando el mes de septiembre en un 3,5%. A ello se suma el encarecimiento de las hipotecas a tipo variable por el ascenso del euribor en los últimos meses, y la baja tasa de remuneración que la banca está dando a los depósitos.
Con más necesidad de dinero y menos posibilidades de obtener una remuneración interesante por los ahorros, las familias están optando por retirar sus depósitos.
Desciende el dinero en cuentas bancarias
A finales del mes de agosto, los hogares españoles tenían en los bancos 963.040 millones de euros, una cifra un 2,22% inferior a la registrada en el mismo período del año pasado.
Esto implica que en tan solo 12 meses se han retirado 21.847 millones de euros de los bancos, según datos oficiales del Banco de España.
Esta cifra supone todo un récord dentro de la serie histórica. Superando incluso a lo vivido entre enero y agosto de 2012, en plena crisis económica, cuando los hogares retiraron 18.286 millones de euros.
Aunque en la mayoría de los casos ese dinero se está destinando a hacer frente a los efectos de la inflación y la pérdida de poder adquisitivo que esta conlleva. En otros, el dinero se está moviendo con la intención de lograr más rentabilidad por él.
En muchos casos las familias están aprovechando su ahorro para amortizar anticipadamente la hipoteca y paliar así los efectos que está teniendo la fuerte subida del euribor.
Una conducta cíclica
Es habitual que en los meses de verano el ahorro de los hogares descienda, para hacer frente a las vacaciones y a los gastos asociados a la vuelta a casa tras el descanso, y a la vuelta a clase de los estudiantes.
Estos importes se recuperan en el último trimestre del año, especialmente cuando se perciben las pagas extraordinarias. Lo que permite mantener el nivel de ahorro más o menos equilibrado.
Pero en el último año esto no ha sido así. El pasado mes de enero, la retirada de depósitos tuvo un volumen que prácticamente igualó a la entrada de dinero que se había producido en diciembre: 13.000 millones de euros.
El pasado verano ocurrió algo semejante. De los 10.000 millones que se ingresaron en junio, dos terceras partes de los mismos se consumieron antes de llegar septiembre.
Las empresas retiran el 6% de sus depósitos
El fenómeno que se está dando entre los hogares también se extiende entre las empresas.
Entre enero y septiembre las empresas han retirado 18.800 millones de euros de los bancos. El retroceso se ha notado especialmente en las cuentas a la vista, mientras que los saldos en las cuentas a plazo se han incrementado levemente.
La retirada de dinero de los bancos por parte de las empresas es la más fuerte registrada desde el período de enero a agosto de 2012.
Ante la subida de los tipos de interés, las empresas están utilizando sus fondos propios para amortizar anticipadamente los préstamos bancarios pendientes de pago. También están recurriendo a los fondos propios para financiar sus nuevos proyectos, en lugar de acudir a las entidades bancarias a pedir préstamos.