Pasada una semana desde la escalda de la tensión bélica entre Israel y Hamas, los Estados y las organizaciones internacionales empiezan a plantearse cómo afectará una situación, que es previsible que se prolongue en el tiempo, al conjunto de la economía.
En la última reunión del Fondo Monetario Internacional (FMI) se hizo patente que la recuperación económica estaba bajando su ritmo a nivel global, lastrada por los altos niveles de inflación. Para los expertos, el conflicto en Oriente Medio desestabilizará todavía más la situación y hará que la lucha contra la inflación sea más complicada y más larga de lo que se preveía.
A la espera de la evolución
Responsables del Banco Mundial han señalado que una nueva guerra es una piedra más en el camino de las autoridades bancarias hacia un equilibrio en la economía.
Ajay Banga, presidente del Banco Mundial, ha declarado que por el momento el impacto de los ataques en Israel ha sido más limitado a nivel económico que el que se produjo cuando Rusia invadió Ucrania.
Porque el conflicto Rusia-Ucrania disparó rápidamente el precio del petróleo y del gas por las sanciones impuestas a Rusia, y afectó a la capacidad exportadora de grano y de fertilizantes de Ucrania, haciendo subir el precio de los alimentos.
A pesar de que Banga destaca un impacto moderado en la economía, también afirma que la estabilidad de la economía estaría bajo un riesgo mayor si el conflicto se extendiera de alguna manera.
Nueva subida del petróleo
El primer mercado en reaccionar frente a lo ocurrido ha sido el del petróleo. El barril de Brent ha estado en subida en los últimos días, llegando a los 88 dólares.
Una nueva subida en los precios de la energía preocupa a los especialistas en economía, porque un repunte importante podría llevar a la Reserva Federal y al Banco Central Europeo (BCE) a subir de nuevo los tipos de interés.
Desde el FMI creen que es pronto para evaluar si la subida de los precios del petróleo de los últimos días se va a mantener. Pero señalan que un aumento del 10% del precio del barril supondría un importante lastre para el conjunto de la economía mundial.
Exportaciones, inversiones y otras áreas afectadas
El comienzo del conflicto ha traído consigo importantes caídas bursátiles a nivel mundial en los últimos días. Que han afectado especialmente a empresas que tienen intereses en Israel.
En un momento en el que la incertidumbre se vuelve todavía más fuerte, los inversores están buscando activos seguros y retirando su dinero de empresas que podrían verse afectadas por el descenso de su volumen de negocio en Oriente Medio.
Las crisis en esta región del mundo han tenido siempre un impacto negativo en los mercados globales, especialmente por el incremento del precio de la energía, el aumento del gasto en defensa que deben afrontar los Estados, y la bajada del turismo.
El mayor temor de los expertos ahora mismo es que el aumento de precio del petróleo que ya se ha experimentado se sostenga en el tiempo. Esto incrementaría el coste de los combustibles, pero también los costes de producción, causando un nuevo alza de los precios y dificultando el control de la inflación.
Si la situación se mantiene, el crecimiento económico de los países podría verse afectado, especialmente el de aquellos que tienen una mayor dependencia de la importación de petróleo.
Los expertos en economía se muestran preocupados por lo que ocurre en Oriente Medio, pero también invitan a actuar con precaución. Habrá que esperar a ver cómo evoluciona la situación antes de poder hacer previsiones realistas.