Alemania es el país más fuerte de la Unión Europea en términos económicos. No en vano, se hace referencia a él como «la locomotora europea». Pero su economía no está atravesando su mejor momento.
El país acabó el cuarto trimestre de 2022 con un retroceso del 0,4% en su crecimiento económico. Durante el primer y el segundo trimestre de 2023, la cifras mejoraron algo, pero permanecieron estacadas. Y, ahora que se han hecho públicos los resultados del cuarto trimestre, puede observase una contracción del 0,1%.
Caída de las exportaciones
Las industrias alemanas tienen gran parte de su negocio en el exterior, y los productos que fabrican van destinados prioritariamente a la exportación.
China es el principal socio comercial de Alemania. El país asiático es uno de los principales destinos de los productos alemanes, y también el país más importante en cuanto a importaciones.
Dado que la recuperación económica de China tras dejar atrás todas las medidas adoptadas para hacer frente a la pandemia, está siendo más lenta de lo esperado, esto está afectando a su nivel de importaciones y exportaciones. Fenómeno que tiene repercusiones para Alemania, que ha visto reducirse sus exportaciones.
Los hogares alemanes consumen menos
Según datos de la Oficina de Estadísticas alemana, en términos interanuales la economía germana retrocedió un 0,8% con respecto al tercer trimestre de 2022.
Esto se debe a un descenso en el consumo de los hogares causado por la inflación, que se situó en un 5,6% de media en ese período.
Todo esto ha llevado al Fondo Monetario Internacional (FMI) a ajustar sus previsiones para Alemana. Se calcula ahora que la contracción será dos décimas mayor que la prevista en julio, situándose en un -0,5%. De cara al año que viene, se prevé que la economía alemana crezca cuatro décimas menos de lo previsto anteriormente, situándose en un 0,9% del PIB.
Europa está al borde de la recesión
Siendo Alemania la economía más potente de la Unión Europea, los expertos han manifestado su temor a que su situación se «contagie» a otros países.
Tanto en Alemania como en Francia la actividad en el sector de las manufacturas está debilitada, y el sector servicios no termina de mejorar.
El PIB de los países europeos cayó durante el tercer trimestre un 0,1%, arrastrado por los malos resultados de Alemania y el estancamiento de las economías francesa e italiana.
España, que en los últimos meses había destacado por su rápido crecimiento en comparación con sus socios europeos, acusa también una ralentización. Para el período de julio a septiembre, el crecimiento económico ha sido de un 0,3%, más bajo que en períodos anteriores.
Esta situación se explica por la desaceleración que está viviendo el sector industrial europeo a consecuencia de la gran incertidumbre que existe a nivel global. Lo que ha dado lugar a una caída de las exportaciones.
Por otro lado, la subida de los tipos de interés afecta especialmente al sector de la industrial, que suele depender de la financiación externa.
A la vista de estos resultados, la Comisión Europea ha ajustado sus previsiones de crecimiento para los países de la zona euro. En lugar del crecimiento del 1,1% que se esperaba para este año, las estimaciones se han rebajado a un 0,8%. El crecimiento previsto para 2024 también se ha ajustado a la baja, hasta un 1,3%, y un 1,6% para 2025.
Si el PIB cae de nuevo en este último trimestre del año, la eurozona entrará oficialmente en recesión técnica.
El dato positivo es que la inflación continúa bajando y el Banco Central Europeo (BCE) ha confirmado que «congela» las subidas de los tipos de interés, lo que podría contribuir a la mejora de la situación en la eurozona.