El precio del petróleo es uno de los factores que más inciden en la economía a nivel global. Aunque el objetivo marcado por Naciones Unidas es reducir de forma paulatina la dependencia de los combustibles fósiles, algunos expertos señalan que no se alcanzarán las metas previstas para 2050. Lejos de reducir el consumo de combustibles fósiles como el petróleo o el gas, muchos países lo están incrementando.
Cuando hay mucha demanda y poca oferta, se produce un desajuste en el mercado que acaba por producir un incremento en los precios. El último ejemplo de esto se produjo el verano pasado, cuando los precios del combustible acumularon varias semanas consecutivas de subidas.
La decisión de los países de la OPEP de reducir el número de barriles de petróleo producidos al día, hizo subir los precios. Pero, como respuesta, otros productores como Estados Unidos han incrementado su producción.
El efecto de esta política es que Europa recibe ahora grandes cantidades de petróleo, justo en un momento en que su demanda interna está en descenso por las caídas en los niveles de producción.
De la escasez al exceso
Con el comienzo del conflicto bélico entre Israel y Gaza, saltaron de nuevo las alarmas a nivel internacional sobre el suministro de petróleo. Se hablaba de una posible escasez que elevaría los precios por encima de los niveles medios de los últimos años.
Apenas unas semanas después, la situación ha cambiado totalmente. Los grandes hubs petroleros de Europa, como el de Rotterdam, acumulan más barriles de los que se están demandando en el mercado.
Estados Unidos ha acelerado su producción de barriles de petróleo por día y, en unas semanas, podría superar la producción conjunta de Rusia y Arabia Saudí. De hecho, los expertos creen que el país podría situarse como el principal productor de petróleo en 2024.
Gran parte de ese petróleo va destinado a exportaciones hacia Europa. En la actualidad, el continente recibe 1,75 millones de barriles al día.
Además, en el mercado siguen apareciendo nuevos exportadores como Guyana. Esto dificultado las ventas de crudo a otros países como Nigeria, que está teniendo problemas para vender el petróleo que produce.
Este incremento de la llegada de barriles de petróleo ha coincidido con un momento en el que los niveles de producción en Europa están a la baja, por lo que el consumo de este combustible es menor.
El petróleo se acumula en los barcos
El petróleo llega a los hubs de almacenamiento a un ritmo mucho más rápido del que sale, y está causando una situación de colapso en algunos de los hubs más importantes, como el de Rotterdam en Países Bajos y en Reino Unido.
En algunos casos, los barcos cargados de barriles de petróleo tienen que permanecer varios días en los puertos a la espera de que se produzca la descarga de su mercancía. Porque no queda ya espacio libre para almacenarla.
Baja el precio de los combustibles
Según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea, el gasóleo suma ya siete semanas consecutivas de precios a la baja, y lo mismo ocurre con la gasolina. No obstante, las bajadas registradas no superan el 2%.
Los precios medios están en torno a 1,60-1,67 euros el litro. En el caso de España, los precios de los combustibles continúan estando por debajo de la media europea.
Por lo que se refiere al precio del barril de Brent, actualmente supera ligeramente los 80 dólares. Su precio ha bajado desde el mes pasado, y se sitúa lejos de los más de 100 dólares que los expertos vaticinaban para final de año.