En 2022, con el comienzo de la crisis bélica entre Rusia y Ucrania, desde la Unión Europea se instó a los Estados miembros a reponer sus reservas de gas por si Rusia decidía cortar el suministro. También se decidió implantar una política de reducción de consumo de este combustible fósil para depender menos del que, hasta entonces, había sido el principal suministrador de la región europea.
Las medidas implantadas en aquel momento han continuado dando frutos a lo largo de este 2023, haciendo descender la demanda de gas natural a su nivel más bajo en los últimos años.
Menos gas y menos carbón
La Unión Europea está muy comprometida con su objetivo de reducir las emisiones contaminantes y su dependencia de los combustibles fósiles. Por lo que viene aplicando diferentes mecanismos de reducción de consumo tanto del gas como del carbón desde hace ya varios años.
Según los últimos informes de la Agencia Internacional de la Energía, en 2023 la Unión Europea ha reducido su consumo de carbón más de un 20% en comparación con el año anterior.
Según datos de Eurostat, el pasado verano las reservas de gas en la Unión Europea estaban 20 puntos por encima de lo habitual en esa época del año.
En el primer semestre, Finlandia había reducido su consumo de gas un 55,7% con respecto al que había hecho en el invierno de 2022. En el caso de España, la reducción en el primer semestre del año fue de cerca de un 11% en comparación interanual.
Solo Malta aumentó su consumo de gas entre los meses de enero y junio de 2023, y lo hizo casi un 13%.
Desde agosto de 2022 a enero de 2023, la Unión Europea consiguió reducir su consumo de gas natural un 21%, alcanzando así su nivel de consumo mínimo en los últimos cinco años.
Por el momento, sigue en vigor el acuerdo de ahorro de gas. Como en un principio, la adhesión al mismo es voluntaria, e implica ahorrar un promedio de un 15% cada año. Por eso, se espera que la demanda de este combustible siga bajando en la eurozona.
Crece la demanda de gas y carbón en Asia
Mientras la Unión Europea continúa avanzando hacia su objetivo de reducir la dependencia del carbón y el gas natural, en Así se está haciendo el camino inverso.
China, India y el Sudeste Asiático consumen cerca del 75% del volumen total de carbón que se quema en un año.
Según el informe de mercado a medio plazo de la Agencia Internacional de la Energía, el crecimiento de la demanda mundial de gas natural se va a desacelerar en los próximos años, por la rebaja del consumo que se va a producir en los mercados maduros.
Por el contrario, se espera una gran crecimiento de la demanda en Asia. China, por sí sola, será la responsable de casi la mitad del incremento de la demanda de gas natural entre 2022 y 2026. Un período en el qué, además, es previsible que Estados Unidos consolide su posición como el mayor exportador de gas natural licuado a nivel mundial.
Se espera que el pico en la demanda de gas natural se alcance para el final de esta década. Con la llegada de la década de 2030, es previsible que la demanda internacional de gas descienda a ritmos todavía más rápidos que los de los últimos años, mientras que se incrementará la demanda de energías verdes. De hecho, los países se han comprometido en la reciente cumbre del clima a acabar con el consumo de combustibles fósiles para 2050.